El jurado considera que Montserrat González y su hija Triana son culpables del asesinato de Isabel Carrasco, igual que la policía Raquel Gago. La decisión es de siete votos a nueve
El jurado conformado en el jucio por el crimen de la expresidenta de la Diputación de León Isabel Carrasco ha considerado culpables a Montserrat González y su hija Triana Martínez de sendos delitos de asesinato, atentado y tenencia ilícita de armas. La agente de la Policía Local, Raquel Gago, también ha sido declarada culpable por los mismo delitos.
El jurado ha dado lectura de su veredicto en torno a las 13.50 de la mañana de este sábado tras tres días de deliberaciones.
El jurado ha tenido que responder a un cuestionario que consta de 84 preguntas sobre las circunstancias en las que se produjo en crimen y la implicación de cada una de las tres acusadas en los hechos que se juzgan.
El juez, Carlos Álvarez, tendrá la última palabra al dictar sentencia en el plazo de una o dos semanas. Hasta entonces, Montserrat y Triana vuelven a la prisión de Mansilla de las Mulas, mientras que Raquel Gago queda en libertad provisional.
El jurado ha sido muy claro en su veredicto: el plan para matar a Isabel Carrasco lo urdieron conjuntamente Montserrat y su hija Triana, ellas fueron los cerebros de la operación, pero Raquel Gago lo conocía y participó del mismo.
La mayor incógnita del caso estaba en saber qué hechos consideraría el jurado probados sobre la implicación de la policía local, Raquel Gago. Ella insistió durante todo el proceso judicial en su inocencia e hizo uso de su derecho a la última palabra para lanzar entre lágrimas un sentido: «Soy inocente»,. Pero su llanto no convenció al jurado que, por mayoría simple -siete votos sobre nueve-, han considerado que Gago también es culpable de asesinato por «colaboradora necesaria» y, también del resto de delitos -atentado y tenencia ilícita de armas-.
El jurado ha considerado demostrado que la policía local conocía el plan del crimen, que hizo seguimientos a la víctima y que la tarde de los hechos quedó con las otras dos acusadas, Montserrat y Triana, para concretar lo detalles. Asímismo, creen que le abrió conscientemente el coche a Triana para que ocultara el arma, que la escondió en su coche y que no le dijo nada a nadie.
Todos los veredictos de crímenes deberían de ser con jurados populares y o con una cadena perpetua detrás máximo hasta 50 años de prisión