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El Gobierno y el PP con el 155 y ante el 21D: la estrategia de no hacer ruido

El Gobierno y el PP comparten estos días una estrategia en dos asuntos cruciales de su agenda, la aplicación del 155 en Cataluña por parte de uno y la campaña electoral para los comicios autonómicos del 21 de diciembre por parte del otro, y es la de no hacer un ruido innecesario que se le pueda volver en contra.

Los ‘populares’ son conscientes de que estos comicios son cruciales y todos los dirigentes consultados subrayan un objetivo claro: el de trabajar para evitar que el independentismo vuelva a tener mayoría.

Y lo que venga después, cómo se tejan las alianzas para un Govern alternativo, ya se verá, señalan.

Ha quedado claro en este mes largo que ya ha pasado de precampaña que el principal recurso electoral del PP será el artículo 155 de la Constitución y su activación por parte Mariano Rajoy.

En todo este tiempo el partido ha recordado que ha sido el Gobierno de Rajoy el responsable de la vuelta a la legalidad en Cataluña, y así lo vende el candidato a la Generalitat, Xavier García Albiol, junto con el resto del PP en todas sus intervenciones y actos públicos.

Defienden además la forma en que se está aplicando, y todos en el Gobierno y el partido coinciden en que este proceso ha resultado mucho menos traumático de lo que se había pensado.

Fuentes del Ejecutivo recalcan que de todas las fórmulas que se habían estudiado para aplicar el 155 se optó por la «quirúrgica», con una intervención que se hacía con los mandos de la Generalitat pero sin levantarla entera.

El método de trabajo es el de una coordinación exhaustiva entre los responsables del Gobierno y los distintos niveles de la Generalitat. Explican que los cargos mantenidos son aquellos que se han mostrado dispuestos a seguir con su labor, independientemente de si estaban de acuerdo o no con el 155.

Además, aseguran que los trabajadores de la Generalitat están, en general, más satisfechos de lo que esperaban, porque entienden que con el ‘procés’ la administración estaba «parada» y ahora marcha.

Y sobre todo ponen en valor en el Ejecutivo que todo se haga «sin ruido» y sin gestos de superioridad o «alharacas» que puedan elevar la tensión.

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, coordina todo este proceso, y el secretario de Estado de Administraciones Territoriales, Roberto Bermúdez de Castro, pasa buena parte de la semana en Barcelona trabajando junto con el delegado del Gobierno, Enric Millo.

Y cada ministerio se encarga de las áreas que le corresponden de la Generalitat, y sobre todo son los secretarios de Estado los encargados de coordinar sus respectivos cometidos.

En el Ejecutivo se insiste en que todo este trabajo debe hacerse sin estridencias, sin mostrar una posición de fuerza que sea entendida como una ofensa para la sociedad catalana. Sobre todo en plena campaña electoral.

Los dirigentes del PP consultados por Efe coinciden en este sentido en que en la carrera hacia las urnas el partido debe ‘sacar pecho’ del 155 pero sin pasarse y sin ofender sensibilidades.

Por eso algunos admiten que la dureza del discurso de Xavier García Albiol puede que no ayude. Pero el partido insiste en cerrar filas en torno al candidato.

Y reitera su intención de hacer una campaña pausada y sin mucho jaleo.

Aunque hay dirigentes populares que temen que el independentismo pueda intentar «jugar sucio» al final de la campaña si se ve debilitado, tratando de aumentar la tensión o el victimismo e intentando, incluso, provocar desorden.

En ese caso, apuntan, el PP y el Gobierno estarán preparados para desmontar «nuevas mentiras» y frenar acciones indeseadas.

Lo que sí tiene claro el Partido Popular es que la presencia de Mariano Rajoy es imprescindible en esta campaña.

Pero también se busca en las visitas de Rajoy no hacer ruido de más y por eso los actos serán pequeños, acompañados posiblemente por algún paseo más como el que ayer se dio el presidente por Castelldefels, para el que no fueron avisados los medios de comunicación.

Los ‘populares’ se justifican y dicen que no se trata sólo de la seguridad. Entienden que si convocan con antelación el paseo puede convertirse en otra cosa, y defienden que Rajoy pueda tener la oportunidad de hablar con los vecinos.

El líder del PP ya ha acudido en dos ocasiones a actos de precampaña y volverá a Cataluña cuatro veces más: estará los días 8, el 13 y 17 y cerrará la campaña junto a Albiol el 19 de diciembre.

Rajoy, Albiol y todo el partido están volcados en una meta: lograr que los partidos del independentismo no alcancen la mayoría suficiente para gobernar.

De ahí la necesidad de movilizar a todo el electorado no nacionalista, buena parte del cual, tradicionalmente, se queda en casa en las citas electorales autonómicas. Y aunque dicho electorado no elija la papeleta del PP.

Porque el partido es consciente de ser la tercera opción tras Cs y el PSC. O tras el PSC y Cs, porque hay quien piensa entre los ‘populares’ que Miquel Iceta puede acabar adelantando a Inés Arrimadas.

Y aunque en campaña se ataque al PSC -ayer lo hizo el propio Rajoy-, y muchos adviertan de la ambición de Iceta por ser presidente a toda costa, los ‘populares’ admiten que lo importante es lograr un Govern constitucionalista que dé definitivamente por muerto el ‘procés’. EFE

Patricia Arce

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