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Artajona

El escudo de Artajona se compone de: Hasta el año 1423 usó un sello en que figuraba una encina – su nombre vascón significa lugar de encinas- y a ambos lados un ave. En dicho año, Carlos III de Navarra, dio la orden de que esta villa tuviera el blasón que aún perdura. Es el siguiente, unas cadenas de navarra, en oro sobre campo azul, una encina, bandas y corona.

escudo artajona

ARTAJONA
Categoría
Villa
Superficie en km2
66,9
Distancia a Pamplona
31
Altitud
456
Habitantes
1680

 

Situación:


Limita al norte con los municipios de Obanos y Añorbe, al este con los de Barásoain, Garínoain, Pueyo y Tafalla, al sur también, con Tafalla y al oeste con los de Larraga y Mendigorría. Su término se ve atravesado por el río Arga

Historia


En su término se localiza un sector dolménico que constituye la estación más meridional de Navarra. Comprende los dos monumentales dólmenes del Portillo de Enériz y la Mina de Farangortea. En los términos de Aguarroya, Andiuz, Artadía, Cercondoa, Chirriturría, Landerdoya, y Saragoría se encuentran yacimientos de Eneolítico y Edad del Bronce. Conservan vestigios de poblados de la Edad del Hierro: Dorre, Gasteluzar y Guencelaya.

Aún en el siglo XI perduraba población diseminada en torno a los monasterios e iglesias rurales de Santa María Zuría, Santa María de Elizaldea y San Gil, además de la parroquia de San Juan. El rey Sancho Ramírez en 1084, donaría el término a los canónigos de Sannt-Sernin de Toulouse. Los nuevos titulares erigieron un priorato – establecimiento monástico dependiente de una abadía- , que perduró hasta 1625, en que pasó a la colegiata de Roncesvalles.

Hugo de Conques, primer canónigo rector durante el siglo XI, impulsó la repoblación del lugar; para 1103 habían sido construidos el recinto amurallado, el templo de San Saturnino y las casas. El patrimonio del priorato se extendió por la localidad y por Larraga y Olite principalmente. En el siglo XII la villa dio a la sede episcopal de Pamplona dos obispos: Lope de Artajona (1142-1159) y Pedro de París (1167-1193).

Durante el episcopado de don Lope fue cabeza de un minúsculo y singular «reino». Buscando la paz con sus rivales de Castilla y Aragón, García Ramírez casó a su hija blanca con Sancho III el deseado de Castilla (1140) y él mismo tomó por esposa a Urraca (1144), bastarda del emperador Alfonso VII, la cual aparece «reinando» en Artajona, Larraga, Cebror, Miranda de Arga y Olite (1153), donde le sucedió su hermano Sancho (1154-1157). El pequeño enclave castellano parece originado en la dote ofrecida por el monarca navarro a su esposa Urraca. Sancho VI el Sabio lo reintegró a su corona (1158).

El conjunto del «cerco», así llamado su recinto amurallado, evidencia el apogeo alcanzado por la villa en aquella época, pero las pestes y crisis del siglo XIV redujeron su población a la décima parte. Para evitar la desolación total, Carlos III declaró a sus vecinos libres e infanzones y les otorgó el fuero de San Martín de Estella con el privilegio de mercado semanal en 1423. Durante la guerra civil cayó bajo señorío de linaje Beaumont, para posteriormente quedar adscrita, a partir de 1512, en la órbita patrimonial de los condes de Lerín.

El Cerco

En 1085 los canónigos de Toulouse comenzaron a levantar en la villa un recinto fortificado, jalonado por 14 torres, que básicamente venía a coincidir con lo que hoy todavía llaman el Cerco

El muro se abre por el portal de Remagua, que comunica con los antiguos barrios de «Rabal», y de San Miguel, en el lado opuesto del conjunto, delante del cual existieron fosos y otras líneas de defensa. Además hubo un tercer portal llamado de Aitzaldea.

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