Fue excarcelado en diciembre al serle descontadas las penas cumplidas en Francia
En una de las acciones terroristas murió una persona y otras seis resultaron heridas
También se le reclama por el intento de atentado contra el que fiscal general Burón Barba
El histórico dirigente etarra Santiago Arrospide Sarasola, alias Santi Potros, ha sido detenido este lunes en Lasarte, en Guipúzcoa, por ser el presunto inductor de un atentado cometido en Barcelona en 1987 contra una patrulla de la Guardia Civil, que causó la muerte de una persona y heridas a otras seis, y del intento de asesinato del fiscal general del Estado Luis Antonio Burón Barba en Madrid, en 1986.
El arresto se produce en función de una orden de detención emitida por el Juzgado Central de Instrucción número 4 de la Audiencia Nacional que dirige el magistrado Fernando Andreu por estos dos procedimientos por los que pidió a Francia la extradición del terrorista en 1993 y en 1997.
El Ministerio del Interior ha confirmado a través de un comunicado, que el terrorista ha sido detenido hacia las diez menos diez de esta mañana, en el marco de una operación conjunta de la Policía Nacional y la Guardia Civil. El director general de la Policía, Ignacio Cosidó, ha señalado en relación con esta operación que «mientras ETA exista» seguirán combatiéndola con «toda» su «capacidad», y que el trabajo se mantendrá «hasta conseguir su total desaparición».
Santi Potros se encontraba en libertad tras ser excarcelado el pasado 4 de diciembre por la Audiencia Nacional, al descontarle las penas cumplidas en Francia, de acuerdo con una normativa europea.
El histórico dirigente etarra cumplía condena en la prisión de Alicante II, entre otros motivos, al ser considerado el inductor del atentado de Hipercor, en el que fueron asesinadas 21 personas.
Participó presuntamente en un atentado en 1987
Una de las dos causas que han motivado la orden de su detención ejecutada este lunes es su presunta participación en un atentado cometido en 1987 por un comando de ETA, mediante la colocación de un coche-bomba al paso de una patrulla de la Guardia Civil, en Barcelona.
En el atentado resultó muerta una persona que se encontraba en los alrededores del lugar donde explosionó el coche-bomba y los dos guardias civiles ocupantes del vehículo sufrieron heridas, así como otras cuatro personas que estaban en las proximidades.
Este «comando» de ETA, formado, entre otros, por Domingo Troitiño Arranz y Rafael Caride Simón, podría haber recibido las órdenes para cometer el atentado de Santi Potros, que será trasladado a Madrid y puesto de inmediato a disposición de la autoridad judicial que ha ordenado su detención.
Según detalla el auto del juez Andreu, entre la documentación incautada al exdirigente etarra cuando fue detenido en Francia se encontraba una lista donde figuraba el número de placa que fue utilizada con carácter falso en el vehículo utilizado para el atentado y la «indicación de una fecha próxima» a la perpetración del atentado.
Presunto inductor de un intento de asesinato
En relación con el intento de asesinato del fiscal general del Estado Luis Antonio Burón Barba, en Madrid, en 1986, el auto del juez Fernando Andreu señala que Santiago Arrospide Sarasola estuvo «en todo momento al tanto de los seguimientos y preparativos de la operación criminal».
Esta operación «homicida» comenzó a planearse en abril de 1986, según detalla el auto, y de acuerdo con la declaración de Juan Manuel Soares Gamboa, procesado como integrante del comando Madrid, fue Santi Potros el encargado de dar la orden para cometer el atentado.
Los terroristas llegaron a colocar el coche bomba en la calle por la que iba a pasar Burón Barba, pero el atentado no pudo cometerse «por diversas circunstancias».
Además, según la documentación incautada al exdirigente etarra, hay «anotaciones manuscritas» con el nombre, cargo y paradero del fiscal general y otras anotaciones sobre la coincidencia de las informaciones con las noticias que recibe Arrospide sobre sus movimientos.
Su detención se produce casi una semana después de que el Tribunal Supremo haya rechazado en una sentencia que a los etarras se les descuenten las penas cumplidas en Francia, como recoge una normativa europea.
