Últimas noticias

OPINIÓN: Grecia, más de lo mismo ( II parte)

OPINIÓN: Grecia, más de lo mismo ( II parte)

 

(I Parte)

Reformas que debe hacer Grecia

Como ya advirtió hace tiempo el economista José Piñera, Grecia y los demás países de la zona Euro deben abandonar el actual sistema de reparto de pensiones y apostar por un sistema de capitalización. En palabras del propio Piñera: “Si los europeos quieren mantener la moneda única, deben abandonar este modelo de pensiones. La solución pasa por un sistema en el que el trabajador sea el propietario del ahorro que destina a sus pensiones, lo que fomenta la libertad individual y la responsabilidad. El Estado debe encargarse solamente de complementar las pensiones de los más vulnerables”. Es una de las reformas fundamentales que debe llevar a cabo el país heleno.

Otra de las reformas estructurales básicas es la del gasto público. Grecia no se puede permitir niveles de gasto como los mencionados anteriormente, sería ahondar en el problema y “echar más gasolina al fuego”. Grecia, al igual que España, debe abocar por una austeridad real. Debe gastar menos de lo ingresado y eso solo se consigue bajando el gasto, no aumentando los ingresos, como piensa la mayoría. De lo contrario no se pondrá solución al altísimo nivel de gasto público y mucho menos al déficit, y por tanto a la deuda pública. Aunque a algunos les suene a chino eso de bajar el gasto, como a Syriza y Podemos. Ellos prefieren aumentarlo y cuando la deuda aumente, echar la culpa al “neoliberalismo” de la Troika, rechazar la deuda por ilegítima pero a su vez seguir pidiendo prestado para gastar más y así continuar el ciclo.

deficit

Sin la reforma del gasto será imposible reducir el déficit público. Grecia lleva 35 años consecutivos de déficit público, demostrando una vez más que no ha existido austeridad alguna, ni antes del Euro, ni en el mismo.

Mirando al futuro, habrá que ver las consecuencias del referéndum «trampa» de Tsipras. Mientras que él va diciendo a la Unión que aceptará las condiciones de un tercer rescate -lo que sería votar SÍ-, pide el voto para el NO en dicho referéndum. Tirar la piedra y esconder la mano. Si gana el SÍ, Grecia seguirá los caminos de la Troika, que no son liberales ni mucho menos. Si gana el NO es posible una salida del Euro de Grecia, lo que conllevaría una ruina mayor con la vuelta al Dracma, con lo que eso conllevaría: inflación galopante y pérdida de valor de la moneda. Los griegos deciden.

Pero la solución griega no pasa por pedir más dinero prestado de todos los europeos y seguir aumentando el déficit público y la deuda, impagable en todo caso por su cantidad -culpa de la propia Grecia y sus gobiernos, no de la Troika ni de fantasmas europeos-, pero no por sus condiciones de pago. La solución al desastre que ha terminado de estallar bajo el gobierno de Syriza pasa por hacer una serie de reformas encaminadas a cuadrar las cuentas públicas, algo fundamental, por mucho que los «social-populistas» o comunistas de Podemos, hermanos políticos de Syriza, digan que «mientras se presten servicios públicos de calidad da igual el nivel de deuda que se alcance», como dio a entender Irene Montero en el programa «Las mañanas de cuatro». Lo que no saben es que si la deuda aumenta no se pueden prestar servicios de calidad, pues los recursos se destinarían -cada vez en mayor proporción- a pagar la deuda y no a proveer servicios para los ciudadanos. Pero claro, para saber eso hay que tener un mínimo de sentido común, algo que parece no existir en el partido de los círculos.

Grecia, al igual que algunos países europeos más, se ha acostumbrado a hacer del Estado su modo de vida. El Consenso Socialdemócrata. «El Estado es Dios» del padre de la socialdemocracia, Ferdinand Lasalle. El Estado se ha hecho cada vez más grande, y no porque sí, sino por el apoyo de la ciudadanía a partidos políticos que han hecho de su modo de hacer «política» una mayor intervención y un mayor poder de políticos y burócratas, metiéndose en la vida de los individuos en temas tan serios como pensiones, educación o sanidad. Claro, todos sabemos que los políticos y burócratas del Estado saben mejor que nosotros mismos lo que necesitamos, ¿verdad? ¡Pues no!

David Muñoz Lagarejos, estudiante de Ciencias Políticas

OPINIÓN: Grecia, más de lo mismo ( I parte)

 

 

About The Author

Otras noticias publicadas

Responder

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies