Cauto optimismo ante la firma en Washington de los acuerdos de paz entre Ruanda y la RD Congo
Está prevista para hoy, 27 de junio, la firma del acuerdo de paz para poner fin al conflicto en el este de la República Democrática del Congo (RDC). El acuerdo se inspira en una Declaración de Principios aprobada en abril entre ambos países e incluye disposiciones sobre el respeto a la integridad territorial y el cese de las hostilidades en el este de la RDC.
La firma se producirá en el contexto de una reunión ministerial en Washington a la que asistirán el Secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, y sus homólogos de la RDC y Ruanda, Thérèse Kayikwamba Wagner y Olivier Nduhungirehe. Los dos ministros serán recibidos por Donald Trump en la Casa Blanca.
Para lograr la firma de hoy, se puso en marcha una compleja estrategia de negociación que implica, además de los dos países interesados, a Estados Unidos, Qatar y la Unión Africana. Paralelamente a las negociaciones en Washington entre Kigali y Kinshasa, en los últimos meses se han celebrado conversaciones en Doha (capital de Qatar) entre las autoridades congoleñas y los rebeldes de la Alianza del Río Congo/Movimiento 23 de Marzo (AFC/M23). Estos últimos cuentan con el apoyo de Ruanda y controlan gran parte de las provincias de Kivu del Norte y Kivu del Sur, en el este de la República Democrática del Congo.
El interés estadounidense para que se alcance la paz en la República Democrática del Congo, y entre esta y Ruanda, reside en lograr que sus empresas exploten los inmensos recursos minerales congoleños. Paralelamente a los acuerdos de paz, la administración Trump pretende firmar un acuerdo minero con el gobierno congoleño. El problema radica en que varias de las minas congoleñas más importantes se encuentran en Kivu del Norte y Kivu del Sur, provincias que ya no están bajo el control del gobierno de Kinshasa, sino de la AFC/M23.
“Además, casi todas las minas congoleñas están controladas por empresas chinas”, recuerda el último informe de la Red de Paz para el Congo. “Por lo tanto, el gobierno congoleño tiene poco que ofrecer a Estados Unidos, que se verá obligado a negociar entre bastidores con las autoridades chinas, evadiendo a Kinshasa”, subraya esta Red promovida por misioneros que operan en la zona.
Según la organización misionera, es necesario ser cauteloso respecto a la estabilidad de estos acuerdos. En la región de los Grandes Lagos en general, y en la República Democrática del Congo en particular, los numerosos conflictos han dado lugar regularmente a la firma de ceses al fuego y acuerdos de paz que, sin embargo, nunca han logrado silenciar las armas. En los últimos cuatro años, se han firmado una decena de estos textos, que posteriormente han sido sistemáticamente violados e incumplidos, recuerda la Red. “Los rumores que circulan sobre ingentes compras de armas por parte del gobierno congoleño y la llegada de Joseph Kabila, expresidente congoleño, a Goma, “la capital” de la AFC/M23, no permiten pensar en ninguna señal de desescalada en la crisis congoleña que, en muchos lugares, escapa completamente al control de los negociadores, tanto de Qatar como de Estados Unidos”, continúa el informe de esta red.
Finalmente, la Red de Paz para el Congo subraya que la verdadera paz presupone una justicia restaurativa que tenga en cuenta los derechos de las personas afectadas por la violencia cometida por todos los actores del conflicto. Empezando por los cientos de miles de personas (mujeres, niñas, pero también hombres y niños) víctimas de violaciones de guerra. AGENZIA FIDES