Últimas noticias

El Papa León XIV abraza a los cristianos orientales, afectados por la violencia

El Papa León XIV abraza a los cristianos orientales, afectados por la violencia “con una vehemencia diabólica nunca antes vista”

Hoy la violencia golpea las tierras del Oriente cristiano “con una vehemencia diabólica nunca antes vista”. Y precisamente en esas tierras ahora envueltas “por un manto de odio que vuelve el aire irrespirable y tóxico”, la fe, la esperanza y la caridad de muchos cristianos orientales pueden brillar con una luz más intensa. “Pueblo de Dios que persevera dirigiendo la mirada al Cielo”, preserva “una espiritualidad que huele a misterio divino” y también puede ayudar e iluminar el camino de las comunidades cristianas en Occidente, donde “la fe corre el riesgo de asfixiarse”.

Así habló hoy el Papa León XIV al dirigirse a los participantes en la Asamblea Plenaria de la ROACO, la Reunión de Organizaciones de Ayuda a las Iglesias Orientales Católicas, que fueron recibidos en audiencia en la Sala Clementina del Palacio Apostólico. El discurso del Papa se convirtió en un abrazo y un acto de gratitud paternal por el testimonio de fe de los cristianos de Oriente, que ven “brotes del Evangelio florecer en el desierto”, incluso cuando se ven afectados por una violencia atroz, como “el reciente y terrible atentado en la iglesia de San Elías en Damasco” (Ver Fides 23/6/2025).

El agradecimiento del Papa a la ROACO

La ROACO reúne periódicamente en Roma a las Agencias y Obras activas en distintos países del mundo que ofrecen apoyo financiero a las comunidades católicas de rito oriental (construcción de lugares de culto, concesión de becas, asignación de fondos para instituciones educativas y sociosanitarias). El Papa León define a los miembros de la red ROACO como sembradores de esperanza “en las tierras del Oriente cristiano, arrasadas por guerras como nunca antes”, y como “el tanque de oxígeno de las Iglesias orientales, agotadas por los conflictos”. Les ruega, “con el corazón en la mano, que siempre hagan todo lo posible para ayudar a estas Iglesias, tan valiosas y puestas a prueba”.

Noticias falsas y exterminio de pueblos

Las tribulaciones —recuerda el Obispo de Roma— no solo marcan la actualidad del Oriente cristiano. La historia de las Iglesias orientales católicas “ha estado muchas veces marcada por la violencia sufrida”. Y “desafortunadamente, no han faltado los abusos ni la incomprensión incluso dentro de la propia comunidad católica, incapaz de reconocer y apreciar el valor de tradiciones distintas a la occidental”. Hoy, ellos también, junto con sus hermanos de las demás Iglesias orientales, se encuentran en el corazón del torbellino de delirio y ferocidad que parece estar destrozando sus tierras históricas “con una vehemencia diabólica nunca antes vista”.

El Papa León XVI describe con expresiones elocuentes la dinámica de una época que presencia la imposición de la ley del más fuerte, “sobre cuya base se legitiman los propios intereses”. Una fase histórica en la que “la fuerza del derecho internacional y del derecho humanitario ya no parece obligar, sustituida por el supuesto derecho a obligar a otros con la fuerza”. Una época en “la que los anhelos de paz de los pueblos se ven traicionados con la falsa propaganda del rearme, en la vana ilusión de que la supremacía resuelve los problemas en lugar de alimentar el odio y la venganza”. Y todo esto ocurre “mientras la gente ignora cada vez más la cantidad de dinero que va a parar a los bolsillos de los mercaderes de la muerte y con el que se podrían construir hospitales y escuelas; en cambio, se destruye lo ya construido”. El Sucesor de Pedro nos llama con realismo a evaluar las causas de estos conflictos, a verificar las reales e intentar superarlas, y a rechazar las espurias, fruto de simulaciones emocionales y retóricas, desenmascarándolas con decisión. La gente —añade— “no puede morir por noticias falsas”.

Imitar a Jesús, entre los Herodes y Pilatos de hoy

Ante estas situaciones —continuó el Pontífice—, los cristianos no solo están llamados a expresar su indignación y alzar la voz. Pueden trabajar “para ser constructores de paz y promover el diálogo”, y sobre todo están llamados “a orar, a convertir cada noticia e imagen trágica que nos impacta en un grito de intercesión a Dios”. Y también están llamados a dar testimonio siguiendo a Jesús, “a imitar a Cristo, que venció el mal amando desde la cruz, mostrando una forma de reinar diferente a la de Herodes y Pilatos: uno, por miedo a ser depuesto, había matado a niños, como hoy siguen siendo destrozados por las bombas; el otro se desentendía, como arriesgamos a hacer a diario hasta el umbral de lo irreparable”, destacó el Papa.

Ex Oriente Lux

El Papa León aprovechó su discurso a los participantes de la Asamblea de la ROACO para acoger una vez más con gratitud el testimonio de los hermanos y hermanas de las Iglesias Orientales, “especialmente cuando permanecen en sus tierras como discípulos y testigos de Cristo”. Los abrazó como testigos y custodios “de liturgias que permiten a Dios habitar en el tiempo y el espacio, de cantos seculares impregnados de alabanza, gloria y misterio, que suscitan una incesante petición de perdón para la humanidad”. Recordó que muchos de ellos, “desde la clandestinidad, se suman a las grandes filas de mártires y santos del Oriente cristiano. En la noche de los conflictos, sois testigos de la luz de Oriente”. El Papa León deseó “que esta luz de sabiduría y salvación sea más conocida en la Iglesia católica, donde aún hay mucha ignorancia y donde, en algunos lugares, la fe corre el riesgo de asfixiarse porque no se ha realizado el feliz deseo expresado muchas veces por san Juan Pablo II, quien hace 40 años dijo: ‘La Iglesia debe aprender de nuevo a respirar con sus dos pulmones, el oriental y el occidental’”.

Ha llegado el momento —añadió el Obispo de Roma— “de poner en práctica las claras invitaciones del Magisterio” para conocer los tesoros del Oriente cristiano, por ejemplo, “empezando a organizar cursos básicos sobre las Iglesias Orientales en seminarios, facultades de teología y centros universitarios católicos”. También porque “los católicos orientales de hoy ya no son primos lejanos que celebran ritos desconocidos, sino hermanos y hermanas que, debido a las migraciones forzadas, viven junto a nosotros”. Y “su sentido de lo sagrado, su fe cristalina, consolidada por las pruebas, y su espiritualidad con aroma a misterio divino pueden enriquecer la sed de Dios, latente pero presente en Occidente”.

About The Author

Otras noticias publicadas

Responder

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies