Con esa frase cortaba abruptamente la falsa rueda de prensa que ofrecía el lunes el amigo Fray Perico, tras cuatro preguntas amistosas de periodistas a los que respondía por su nombre, seleccionados por la que dirigía la nueva farsa montada en Ferraz. Podría haber dicho, por ejemplo, “Disculpen ustedes, pero tras el largo plantón de cinco horas que les he dado al alargarse más de lo previsto el comité federal, cortamos la rueda de prensa porque ustedes no habrán comido”. Pero el “Número Uno” siempre antepone su ego y, en este caso, el teatro de aparecer cariacontecido y maquillado al efecto para dar pena.
Será otra de las frases que lo perseguirán para siempre, como aquellas, por citar sólo las más recientes, de, “Si necesitan ayuda que la pidan”, como respuesta a su inacción ante el desastre meteorológico y de gestión de su desgobierno en Valencia o, ”Yo estoy bien”, en su primera aparición en Valencia, a hurtadillas y blindado, tras su huida de Paiporta por el “riesgo mortal” que suponía el palo de una escoba volante que ni siquiera le pasó cerca. Los dirigentes “valientes” y con “auténtico” sentido de Estado, son así y dejan estas frases gloriosas para la hemeroteca, que últimamente no da abasto para ofrecer todas las barbaridades y esperpentos que nos viene dejando el personaje durante los últimos siete años. La cosa viene de 11, cuando ya mostraba el pelaje del plumero que lo cubría http://desdeelcaballodelastendillas.blogspot.com.es/2014/12/el-ps-de-pdr-snchz-pierde-algo-mas-que.html. De ahí que el creado como Partido Socialista Obrero Español, –Obrero lo fue poco tiempo y Español, en sentido patriótico, creo que nunca–, el PSOE, perdiera sus vocales para convertirse en el PS, el hoy Partido Sanchista. Ya apuntaba el amigo Felónez desde su llegada.
Y de nuevo, Fray Perico eligió la comunicación epistolar en la que ya creo que es su cuarta carta https://theobjective.com/espana/politica/2025-06-17/lea-completa-carta-pedro-sanchez-militancia-psoe/ a los borreguenses, que tragan con lo que les cuente su amado Lidl. Con ellos compartía “estos días de dolor, indignación y una mezcla de desconcierto y tristeza”, que les justificaba “No sólo por la falta de ejemplaridad, sino por el machismo que proyectan algunas declaraciones conocidas, totalmente incompatibles con los valores progresistas y profundamente feministas de nuestra organización”. Hablando de valores el yerno del propietario de saunas, cuyo hermano fue condenado por lucrarse de once prostitutas https://www.alertadigital.com/2025/05/12/la-ejemplar-familia-del-presidente-el-tio-de-begona-gomez-esta-condenado-por-lucrarse-de-11-prostitutas-sin-papeles-ni-alta-en-la-seguridad-social/. El mismo al que las malas lenguas acusan de haberse valido de ciertos vídeos grabados a clientes con relieve político en las saunas del suegro, Sabiniano Gómez (q.e.p.d.). Insistía en su tesis del desconocimiento de que “compañeros que ocuparon altas responsabilidades hayan traicionado la confianza de este partido“, en la línea que mantuvo en su comparecencia ante los medios, a los que dijo que por la mañana se había enterado del informe de la UCO, después de que el día anterior fulminaba con la mirada al traidor que no se atrevía a darle una palmada en el hombro. Y presumía de su contundencia “pidiendo la renuncia inmediata de quien estaba implicado” que no se hizo efectiva hasta cuatro días después, permitiendo, según publicaba OKdiario https://okdiario.com/espana/ferraz-permitio-santos-cerdan-vaciar-despacho-pese-riesgo-destruccion-pruebas-14948603, que el susodicho estuviera en la sede del PSOE el sábado, a la que acudió en coche oficial y con sus escoltas.
Les decía que “Ningún partido está exento de la infamia de la corrupción”, pero en el caso del ahora Partido Sanchista, lo lleva en su ADN y buena prueba de ello dio en los años 1931-36 y después de la transición en la etapa de Felipe González “el bueno”, al que la corrupción de su partido y de su equipo de gobierno fue la que los echó del gobierno en 1996, como apuntaba en un artículo anterior https://lapaseata.net/2025/06/01/pidan-perdon-a-los-fontaneros-los-cloaqueros-del-psoe-limpian-inmundicias/. O sea, nada nuevo bajo el Sol.
Cómo no, arremetía una vez más contra su obsesión, la perversa derecha: “Si la derecha se borra de ese debate, como seguramente hará, es porque su prioridad es otra: derribar al gobierno al precio que sea” –lo dice el que levantó su muro para apartarla del jue–go político– a la que le daba un consejo: “Tienen a su disposición una herramienta prevista en nuestro ordenamiento, como la moción de censura”. Un consejo que Alberto Núñez Feijoo rechazaba en la entrevista que le hacía Carlos Herrera el martes : “Yo, los consejos, los suelo aceptar de gente honesta; de gente indecente, no acepto consejos”. Por cierto, la misma propuesta que Sánchez se la hace Abascal, a lo que el líder popular precisó “Que coincida el señor Sánchez y VOX planteándole al PP lo mismo es, cuando menos, sospechoso”. En esta línea, iba más lejos Carlos Dávila en una interesante entrevista en The Objective que no procede comentar ahora: «VOX ha nacido para jorobar al PP».
Y no faltó su auto loa: “Hemos vencido una pandemia –sin duda, gracias al equipo de expertos de su amigo Salvador Illa, al que ha hecho acudir de urgencia a Moncloa, ya veremos con qué propósito–. Hemos defendido la economía –especialmente la suya y la de los suyos, según el informe de la UCO–. Hemos revalorizado las pensiones –a base de incrementar deuda pública–. Hemos elevado los salarios –especialmente los públicos, únicos empleos creados por su desgobierno. Hemos reconstruido el tejido industrial –y por más que lo he intentado no sé a qué tejido industrial se refiere, auténticamente desaparecido–. Hemos elevado los niveles de rendición de cuentas –no sé si se refiere a las explicaciones que le pide Europa sobre la aplicación de fondos europeos– y mejorado los controles internos –¿esos que quiere ahora auditar y que parece que ninguna de las firmas del sector quieren saber nada?–. Hemos hecho una política honesta –aquí no tengo duda de que se refería a la “honestidad” de sus colaboradores, que seleccionaban empleadas para las empresas públicas desde catálogos de prostitutas profesionales que lo mismo servían para acompañar viajes que para barrer la casa y sacar al perro, con algún disco duro camuflado en no sé qué parte de su anatomía– y útil” –especialmente para sus socios de investidura que lo dirigen desde Waterloo–.
Y no tiene desperdicio su despedida a “Compañeros y compañeras” –que no falte el ahorro de palabras que el genérico da a nuestro idioma– “No hemos venido a ocupar sillones” –eso sí es cierto, han venido a no soltarlos, “hemos venido a mejorar la vida de la gente” –que se lo preguntan a su pareja y a su hermano, por ejemplo, aunque parece que se les puede torcer la mejora–. En definitiva, todo un personaje del que Emiliano García Page –aunque el discípulo aventajado y protegido de José Bono no sea el más fiable del cotarro socialista precisamente– le decía también a Carlos Herrera en la entrevista que le hizo al día siguiente a la de Núñez Feijoo, que Sánchez, al menos había dicho una verdad en su vida, en la primera entrevista que le escuchó recién llegado de vuelta a la política, refiriéndose a una conversación con su mujer, allá por 2014 o 2015: “Esta noche he hablado con Begoña y le he dicho que si vuelvo a la política nacional es para liarla, para liarla gorda”, algo que sin duda está cumpliendo con creces.
La pregunta aquí sería qué postura elegirá el rebaño socialista entre salvar al soldado Sánchez o salvar al PSOE. Me temo lo peor, que sería lo primero, pero tal vez esa elección nos lleve a un largo periodo de desaparición de la escena del partido que tanto daño ha hecho a España a lo largo de su negativa historia, aunque nos toque pasarlo mal el tiempo que dure en su empecinamiento el peor presidente de la Historia.
Termino con dos intervenciones de dos presidentes del gobierno de nuestra reciente etapa democrática, el último y el primero que se contraponen con su sola lectura. Por un lado, la de Pedro Antonio Pinóchez, doctor Fraude cum Lauden, en su comparecencia tras el informe de la UCO a la pregunta de si habría adelanto de elecciones, cosa que más de media España quiere, incluidos muchos de los socialistas de etapas anteriores: “Las elecciones son cada cuatro años, así ha sido y así seguirá siendo. No vamos a romper la estabilidad de un gran país como es España, que vive uno de sus mejores momentos de las últimas décadas, para ponernos en manos de la peor oposición que ha tenido la historia democrática de nuestro país, en manos del señor Feijoo y del señor Abascal” –no sé en qué España vive este individuo, que no puede pisar una calle sin recibir toda clase de elogios a su progenitora–. Por otra parte, la del primer presidente de la Transición, Adolfo Suárez (q.e.p.d.), del que no tengo la mejor opinión precisamente, pero que demostró verdadero sentido de Estado, al menos en su dimisión ante una situación sin duda mucho menos crítica que la actual: “Las razones por las que presento irrevocablemente mi dimisión como presidente del gobierno y mi decisión de dejar la presidencia de la Unión de Centro democrático son las que uno debe preguntarse, serena y objetivamente, si presta un mejor servicio a la colectividad permaneciendo en su puesto o renunciando a él. He llegado al convencimiento de que hoy, en las actuales circunstancias, mi marcha es más beneficiosa para España que mi permanencia en la presidencia. Me voy pues, sin que nadie me lo haya pedido, desoyendo la petición y las presiones con las que se me ha instado a permanecer en mi puesto y me voy con el convencimiento de que este comportamiento, por poco comprensible que pueda parecer a primera vista, es el que creo que mi Patria me exige en este momento”. Prueben, comparen, y si encuentran algo peor que el actual, tírenlo de inmediato, antes de que se pegue al sillón y no lo deje ni con agua hirviendo.
Y perdonen que les deje, pero son ya más de las doce y no he cenado todavía.
La semana que viene más, y seguramente peor.
Antonio De la Torre, licenciado en Geología, técnico y directivo de empresa. Analista de opinión.