17 de diciembre, la Iglesia celebra la festividad de Santos Ananías, Azarías y Misael; San Daniel, Profeta; San Juan de Matha, sacerdote, fundador de los Trinitarios; beato Jacinto Cormier, sacerdote dominico
Santos Ananías, Azarías y Misael. Jóvenes judíos en exilio en Babilonia (siglo VII a.C.), se convierten en funcionarios de Nabucodonosor. Negándose a adorar la estatua del Rey, relata el Libro del Profeta Daniel, son arrojados en un horno ardiente, donde caminan tranquilamente en el fuego, junto a un ángel, alabando al Señor.
San Daniel, Profeta. Judío de noble familia, es deportado a Babilonia ( siglo VII a.C.). Por su sapiencia y capacidad de interpretar los sueños se vuelve funcionario de Nabucodonosor. Profetiza la caída del Impero babilónico. Fiel a la tradición de los padres, fue echado a los leones, pero Dios lo salva.
San Juan de Matha. Nace en 1154 en Francia, profesor de teología en Paris, deja todo convirtiéndose en sacerdote a 40 años. Con cuatro eremitas funda la Orden de la Santísima Trinidad. Parte a África: su misión es liberar esclavos cristianos, a los que acoge en sus hospicios. Muere en Roma en 1213.
Beato Jacinto. Giacinto Cormier nació en Orleans. De joven novicio, era un «ángel» pero de salud muy endeble. Luego, como reformador de la Orden Dominicana entre los siglos XIX y XX, gozó de una larga vida. El Papa Pío X lo llamó «el Santo de Roma» por su fe cristalina y su maravillosa habilidad para comunicarla.