¿Somos más o menos competitivos que otros países?, pregunta y responde Institución Futuro con respecto a la fiscalidad española, que ha tenido una notable pérdida de competitividad fiscal
Institución Futuro se vasa en el informe del Instituto de Estudios Económicos (IEE) «Competitividad Fiscal 2024. Un diagnóstico necesario de la tributación en España«, que realiza un análisis de las políticas tributarias de diversos países.
El documento refleja que España ocupa en el Índice de Competitividad Fiscal (elaborado por la Tax Foundation) una de las peores posiciones, la número 33 de 38 países estudiados, tras evaluar el Impuesto de Sociedades, el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, y tres tributaciones: Indirectas, de Propiedad y de Rentas Internacionales.
España se encuentra en la posición 33º, por debajo de lo que se encontraba en casi todos los años precedentes. Este hecho muestra una notable pérdida de competitividad fiscal.
Para contribuir a la comparación entre los sistemas fiscales, el IEE ha desarrollado un indicador complementario denominado Indicador de presión fiscal normativa, entendida como la carga de gravamen que el diseño del sistema fiscal introduce en las economías, al margen de la recaudación que obtenga. Pues bien, la presión fiscal normativa en 2024 en España se sitúa en 117 puntos, un 17% por encima de la media de la Unión Europea (100 puntos) y un16,3% más que el promedio de la OCDE (100,7 puntos).
España es uno de los países que entre 2018 y 2023 en mayor medida ha aumentado su presión fiscal dinámica como % del PIB- (ritmo de subida de impuestos): un 1,8% frente al -1,1% de la media de la UE.
El Think Tank navarro, recuerda que «dado que formamos parte de una economía globalizada, los países compiten por la atracción de inversión y capital humano, y las empresas compiten en un mercado, también global, donde la carga tributaria es un componente más de su estructura de costes». Por lo que, continúa, «si ésta resulta mayor que la de sus competidores, les supone una dificultad competitiva adicional. Así pues, tal y como concluye el Instituto de Estudios Económicos, “es un error seguir planteando nuevas subidas impositivas cuando los impuestos en España ya son contraproducentemente elevados, si consideramos nuestra elevada presión fiscal empresarial, el nivel de esfuerzo fiscal y la superior presión fiscal normativa”.