Escenarios de guerra y conflicto en una situación crítica entre Somalia, Etiopía y Egipto
El Cuerno de África atraviesa momentos difíciles y complejos. Somalia está reforzando sus fuerzas para hacer frente con más efectividad a la amenaza de los terroristas de Al-Shabaab. Al mismo tiempo, en Etiopía, la situación sigue siendo crítica debido a los conflictos con las milicias rebeldes Amara Fano, las tensiones con Somalia por el puerto en Somaliland y la devastadora crisis humanitaria en Tigray, agravada por una profunda crisis económica en el país.
«Es nuestro deber sagrado defender la independencia y la unidad de Somalia», han declarado varios líderes religiosos en un reciente encuentro en Mogadiscio. Durante la reunión, han condenado lo que consideran una «agresión» de Etiopía contra su país. En particular, han expresado su rechazo total al Memorándum de Entendimiento (MoU) que Etiopía ha firmado con Somaliland, una región que busca su independencia de Somalia. Por el contrario, han elogiado los lazos cada vez más estrechos entre Somalia y Egipto, y han mostrado su respaldo a esta relación.
«No podemos aceptar esta violación de nuestra soberanía», ha afirmado uno de los líderes, destacando el sentimiento compartido entre muchos somalíes. También han pedido unidad en la defensa de la nación, insistiendo en la importancia de no caer en divisiones internas. En lugar de fomentar el conflicto, los líderes religiosos han solicitado calma, invitando a la ciudadanía a mantenerse fuerte frente a las adversidades. Asimismo, han pedido una postura unida para rechazar el acuerdo, haciendo hincapié en que es una obligación moral oponerse a este tipo de acciones y evitar nuevas injerencias. También se ha hecho un llamamiento al gobierno somalí para que fomente un clima de diálogo entre ciudadanos con opiniones diferentes, con el fin de reforzar la unidad nacional. Los líderes religiosos han elogiado la relación entre Egipto y Somalia, subrayando que ambos países tienen un historial de cooperación positiva. Además, han aplaudido el creciente compromiso de Egipto, especialmente en el contexto de las crecientes tensiones entre Etiopía y Somalia.
Las recientes declaraciones del Ministro de Relaciones Exteriores de Somalia, Ahmed Moalim Fiqi, han generado preocupación, ya que ha insinuado la posibilidad de apoyar a las milicias que se oponen al gobierno etíope de Abiy Ahmed, en caso de que Etiopía siga adelante con el acuerdo firmado con Somaliland. Este tipo de apoyo reabriría viejas heridas en la región, recordando los dolorosos conflictos entre Somalia y Etiopía en las décadas de los 70 y 80, cuando ambos países estaban enfrentados respaldando a grupos rebeldes rivales. La última vez que se alcanzó un acuerdo de paz fue en 1988, cuando los líderes de Etiopía y Somalia firmaron en Yibuti el compromiso de dejar de apoyar a las facciones armadas.
Ahmed Moalim Fiqi ha dejado claro que, aunque la caída de Etiopía no es algo que Somalia desee, el apoyo a las milicias opositoras podría convertirse en una opción si el gobierno etíope sigue adelante con el acuerdo con Somaliland, visto por Mogadiscio como una violación de su soberanía.
La tensión entre Somalia y Etiopía se ha intensificado debido a este acuerdo, que permitiría a Etiopía alquilar 20 kilómetros de costa a Somaliland por 50 años, con el objetivo de establecer una base naval. Este pacto no solo ha sido condenado por Somalia como ilegal, sino que también podría marcar un punto de inflexión en la política regional, ya que Etiopía sería el primer país en reconocer oficialmente la independencia de Somaliland. Mientras tanto, los líderes religiosos de Somalia han instado a Etiopía a mantener la paz y la estabilidad regional, respetando la convivencia entre los países vecinos.
Este conflicto se enmarca en un contexto de relaciones cada vez más estrechas entre Somalia y Egipto, una alianza que muchos analistas interpretan como una respuesta a las políticas controvertidas de Etiopía en el Cuerno de África. AGENZIA FIDES