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Más de la mitad de los negocios de hostelería no optará a la tercera línea de ayudas, según la última encuesta realizada por ANAPEH (Asociación Navarra de Pequeña Empresa de Hostelería)
Encuesta en la que 60 negocios han respondido para conocer la situación del sector tras el verano. A pesar de las buenas noticias sobre el final de la pandemia, que según anuncia el Gobierno de Navarra llevará aparejada la desaparición de las restricciones a partir de octubre, no hay que olvidar la larga travesía por el desierto que ha padecido la hostelería, con consecuencias tanto económicas como sociales y personales que tardarán en desaparecer.
Desde ANAPEH se valoran los resultados de la encuesta con preocupación, ya que muestran que a pesar de la evolución positiva de la pandemia, sus consecuencias tardarán en desaparecer, lo que lleva a seguir trabajando por y para el sector para conseguir dos cosas: justicia para los y las hosteleras, tanto empresas como personas trabajadoras y confianza por parte del público con unos negocios que han demostrado a lo largo de todo este tiempo una extraordinaria capacidad de resistencia y un compromiso total con la sociedad, cuidando tanto de la clientela como de las personas trabajadoras con grandes sacrificios.
La hostelería ve con esperanza el final de las restricciones y la vuelta a la normalidad. Con extremada prudencia, ya que son voces que se escucharon antes y que luego llevaron a amargas desilusiones y a una vuelta a empezar. Pero estas buenas noticias no pueden hacer que queden en el olvido las consecuencias de la pandemia, que han sido especialmente duras en el sector hostelero.
Son los datos que reflejan la última encuesta realizada por ANAPEH al sector, contestada por 60 empresas hosteleras, un 61,7% bares, un 30% restaurantes, un 21,7% alojamientos y un 11,7% bares especiales y discotecas.
Las respuestas muestran que el verano ha sido un alivio para la hostelería y que el buen tiempo trajo más clientes, de manera especial a quienes disponen de terrazas y a los alojamientos, que han visto aumentar el número de personas que ha acudido a Navarra.
La excepción a esta regla son los bares especiales y discotecas, que han padecido más que el resto de empresas por continuar medidas como el toque de queda, la prohibición de bailar, de consumir en barra y la distancia entre mesas. Ellos han sido los más golpeados por la crisis.
En cuanto al empleo, las respuestas indican que el 25% de las empresas hosteleras aumentaron plantilla durante el periodo estival, mientras que el 75% o bien la mantuvo o bien la redujo. Además, un 15% de las empresas mantienen todavía trabajadores en ERTE.
Otro dato que muestra la encuesta es la dificultad para encontrar personal. El 37% tuvo dificultades para contratar durante el verano, lo que refleja un problema que ya estaba contemplado por ANAPEH: durante la pandemia y tras los cierres hosteleros y las restricciones muchas personas trabajadoras del sector han buscado alternativas de empleo, y se han colocado en otros sectores.
La mayoría no opta a la nueva línea de ayudas
Un dato que preocupa especialmente al sector es el referido a las diferentes líneas de ayudas al sector, dos de ellas autonómicas y una estatal, la última, que todavía está por concretar. El 93,3% de las empresas encuestadas no cubren las pérdidas tras recibir las dos líneas de ayudas autonómicas y el 66,7% no opta a la tercera línea, otorgada por el Estado a través de las Comunidades Autónomas. Es decir, dos tercios del sector se quedan fuera de la tercera línea, lo que coloca en una situación precaria a muchos negocios, que pueden ver comprometida su continuidad a pesar del fin de las restricciones previsto para octubre.
En cuanto a las razones por las que no pueden optar, muchos no lo hacen por no tener deudas generadas en la pandemia, lo que no significa que no hayan tenido pérdidas elevadas. Quienes hicieron frente a la crisis con sus ahorros o con la ayuda de amigos o familiares y por lo tanto no pueden demostrar deuda, se quedan fuera. Pero la tipología de casos de quienes no optan a esta tercera línea es variada. Aunque la mayoría se refiere a la deuda, también han quedado fuera empresas que no alcanzan una reducción en las ventas del 30% y han quedado fuera por un escaso margen: por tener un 28% e incluso por milésimas. Otros casos apuntan a empresas que no tienen contabilidad por tributar anteriormente por módulos o a empresas que solicitaron créditos con posterioridad a los plazos previstos por el decreto de ayudas.
Cambios en los hábitos de la clientela
Otro aspecto que recoge la encuesta son los cambios en los hábitos de la clientela, lo que lleva aparejado la adecuación de los hosteleros a esos nuevos hábitos. Según las respuestas obtenidas, las terrazas se han convertido en el lugar preferido de las personas que acuden a locales de hostelería y los horarios se han adelantado, optando por el vermú o el tardeo. También se detecta una disminución en el consumo por cliente, mientras se mantiene la venta de comida para llevar, que parece que ha llegado para quedarse. Costumbres como echar una partida de cartas, la sobremesa o las cenas se han trasladado a espacios particulares.
A falta de conocer qué sucederá cuando desaparezcan las restricciones, las empresas encuestadas apuntan a un cambio de hábitos que puede haber llegado para quedarse, con el cambio de horarios, que se adelantan, la desaparición de las cenas y el traslado de parte del ocio a espacios privados.
Todo esto lleva al sector a replantearse su modelo de negocio, con reducción de horarios, ampliación de terrazas cuando sea posible, cierres entre semana y en horario nocturno… una adaptación que tendrá que confirmarse si definitivamente desaparecen las restricciones, cuando se verá si realmente esos cambios en los hábitos de la clientela han sido coyunturales o han llegado para quedarse.
El futuro de los negocios
Con todo lo anterior, la hostelería no tiene claro cómo va a ser el futuro. La respuesta más común con respecto a cómo ven los próximos meses es “incertidumbre”. No solo por la inseguridad que plantea el fin de la pandemia, si realmente acabará o no, también por la situación que se ha arrastrado hasta este momento, con muchos negocios al borde del cierre, y porque llegan meses complicados para las terrazas, que han sido la tabla de salvación de muchos negocios. Hay que tener muy en cuenta que la hostelería está muy tocada y que la llegada del mal tiempo lleva aparejada, en tiempos normales, una reducción considerable del consumo en hostelería.
Por último, ANAPEH ha preguntado en la encuesta sobre el papel de la asociación, para saber tanto la sensación de las empresas asociadas con respecto a la actividad de la entidad como para conocer cuál debe ser la posición a adoptar en un futuro inmediato.
En este sentido, los asociados solicitan que se siga insistiendo en la necesidad de ayudar al sector, ampliar las líneas de ayudas para que realmente cubran las pérdidas y permitir que quienes se han quedado fuera de la tercera línea puedan optar a recibirlas.
También piden que se solicite a los ayuntamientos mantener las terrazas Covid, al menos durante un tiempo razonable que permita recuperar pérdidas; que se recuperes las barras de los bares para normalizar la actividad y que en el caso de los bares especiales y discotecas se permita tanto el baile como el consumo de pie.
En cuanto a los aforos, urge recuperar la capacidad normal de los establecimientos, dificultada de manera especial por la distancia entre mesas.
Los asociados valoran en este apartado la labor de ANAPEH durante este periodo como positiva, de manera especial por su postura frente a las instituciones, con quienes se ha mantenido una relación cordial pero firme en defensa de los derechos de las empresas, los y las trabajadoras del sector. También se han valorado positivamente las acciones llevadas a cabo y el esfuerzo en comunicar todo lo realizado tanto a los y las socias como al público a través de los medios de comunicación, de la web de ANAPEH y del contacto personal.