Antonio de la Torre.
Hace ya unos años, allá por Marzo de 2017, escribía sobre algo que ya era normal ver en nuestros medios de comunicación desde finales de los 80 del pasado siglo, primero en radio y después en televisión, si no recuerdo mal, copiado –supongo– de los Estados Unidos, como casi todo en las últimas décadas, aunque no siempre bien ni lo mejor. Me refiero a esas tertulias que proliferaron cual setas tras la salida del Sol después de un periodo de lluvia en Otoño, primero políticas, después de la prensa del corazón –más lamentables imposible–y, como no podía ser menos, ya también en el área deportiva. Hoy no ya frecuentes, sino varias al día y en todos los medios, sobre todo de televisión, programas “estrella” de su cartelera –para “estrellarlas” en su mayoría–. Me refiero al artículo que titulé “Tertulíticos y periolianos”, dos “palabros” que no hace falta explicar mucho que trataban de agrupar a esa “pléyade” de políticos y periodistas adictos a las tertulias –degeneración evidente del término “Pléyade”, antes, como recoge nuestro DRAE, “Grupo de personas famosas, especialmente en las letras (hoy ‘famosas’ también, pero en su mayoría iletradas), que viven en la misma época”–. Poco después, acuñé el de “periolíticos”, que tampoco hace falta mucha imaginación para darse cuenta de que re refería a ese grupo de periodistas y políticos que, intercambiando papeles, se unen en esas tertulias en una especie de “simbiosis” humana –esto último dudoso–, en la que es difícil a veces saber cual es cual, pero en la que ambos “simbiontes” se retroalimetan sin salir de su guión –el que el Gran Hermano orwelliano les impuso previamente– y “sacan provecho de esa ‘vida’ en común”, como muy bien matiza el antes citado DRAE en la definición de simbiosis.
Y tanto unos como otros llevan años dejándonos aportaciones dignas de la mejor antología del disparate, como sobre todo en los dos últimos años con los dos temas dominantes, el ya manido cambio climático y el no menos de la “plandemia” del coronavirus, a los que se ha unido en los últimos días los inspirados en el fenómeno natural originado en la isla canaria de La Palma con esa irregular erupción volcánica que se anunciaba tras los movimientos sísmicos producidos en los días anteriores y al parecer ya advertida hace no menos de veinte años que, de ser verdad, llevaría a hacerse algunas preguntas sobre las construcciones realizadas en años posteriores en esa zona, a las que se han llevado por delante las coladas de lava expulsadas por las hasta ahora diez bocas de esa fractura volcánica de unos veinte Km. de longitud de Cumbre Vieja.
En relación con estas últimas, que de las otras ya hemos venido dejando testimonio, destaca en mi opinión la realizada por el presidente de la comunidad canaria, el socialista Ángel Víctor Torres Pérez –no sé por qué será pero casi siempre las mayores barbaridades vienen de ese lado del espectro político– que nos ha dejado una cuantas “perlas” de consideración. Primero, calificando el fenómeno de “fiesta de la Naturaleza”, adornándolo después con que “Hay que disfrutar de este espectáculo histórico de la naturaleza que estamos viendo miles de personas” y expresando su deseo de “que siga siendo lo que está siendo, una fiesta absoluta… Un día histórico y para recordar”. Algo que no ha hecho la menor gracia a los miles de ciudadanos de la isla que han tenido que ser evacuados de urgencia y que, en muchos casos, han visto como esa “fiesta” de lava se ha llevado por delante sus casas, enseres, ganado y algunos automóviles. Con eso ha demostrado el personaje su escasa “empatía” política con sus administrados, ese término que tanto le gusta repetir a su jefe de filas, que esta vez se ha apresurado a visitar el lugar del siniestro y no como en el caso del terrible incendio de Sierra Bermeja, en Málaga, que como es territorio gobernado por el enemigo, no merecía la misma rapidez de respuesta, pero esto no toca hoy. No contento con ello el presidente canario, me desayunaba el lunes con una entrevista que, para su programa Espejo Público, Susana Grisó le hacía al interfecto, según la web del PSOE Licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de La Laguna, con “cursos de doctorado” –otro de los eufemismos que tanto les gusta a la izquierda para no reconocer que no hicieron algo–, en la que, más ancho que largo, nos dijo que “El magma que está siendo expulsado, puede tener veinte mil toneladas de metros cúbicos” (sic), que por mucho que sea de letras no deja de ser una barbaridad, propia de los estragos que el sistema educativo va dejando por ahí en sus cinco décadas de decadencia creciente, que irá a peor cuando se vaya aplicando la “LOM-LAÁ” que permitirá pasar de curso con tres o cuatro suspensos a “criterio” de un profesorado ya “deformado” por esos sistemas nefastos que nos tienen a la cola del nivel educativo europeo y a la cabeza del abandono escolar y del desempleo juvenil, dos grandes “logros” de unos que los otros no acertaron a recomponer. A ver si a la tercera, si llega, va la vencida.
Y como no hay uno sin dos en este desbarajuste de ignorancia y barbarie política, su compañera de partido, la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, en otra muestra de “empatía” política, no se quedó corta al decir que esperaba que “el espectáculo maravillosos del volcán de La Palma sirva de reclamo turístico”, que tuvo que matizar poco después ante la indignación igualmente producida entre los damnificados.
Para que no todo sean barbaridades de los políticos, en los medios de comunicación y por parte de algunos de sus “periolistas”, o ejercientes como tales para determinadas informaciones, también se dieron algunas muestras de precipitación o ignorancia, ajenos a que con esa proliferación de redes sociales y gente observando, cualquier cosa que se diga hoy no tarda en hacerse viral, como se dice ahora de una noticia que se expande como la pólvora, y antes de que el errado –sin hache– o el ignorante –más cercano a serlo con la letra muda encabezando–, tengan tiempo de rectificar o matizar lo dicho. Así una, al parecer, doctora en Físicas –claro que si nuestro presimiente es doctor Plagio cum Fraude y desde que los doctorados son muchos del todo a cien, cualquiera sabe–, responsable de la información meteorológica de La Sexta, Isabel Zubiaurre, le preguntaba al geólogo Jesús Ibáñez, al que entrevistaba: “¿Qué consejos les diría a bomberos, agentes forestales y a toda la gente de Protección Civil, para ver cómo se apaga un volcán?”, aunque en honor a la verdad, se dio cuenta rápidamente de la barbaridad que acababa de preguntar y matizó con “Bueno, ya no cómo se apaga un volcán, obviamente, sino cómo se apagan los posibles incendios que se puedan producir a su alrededor”. Tal vez eso demostró que no era periolista, que suelen soltar barbaridades semejantes sin rectificar después.
Entre las cosas que han circulado por las redes, que las siempre al quite plataformas de “control de la verdad” o lo que sean, Maldita.es o Newtral, relacionadas –o propiedad, creo, la segunda–, con Ana Pastor –la mala, es decir, la “de” Ferreras–, se apresuran a justificar como bulo cuando afecta a alguien de los suyos, lo que hace pensar que puede ser cierto lo que se dice, está un supuesto tuit atribuido a Elisa Beni –que de los suyos es–, que no falta en las tertulias de sus medios desde que se hizo “famosa” por su relación con el juez que iba a llevar a los responsables del atentado del 11-M en Atocha, “caminito de Jerez”, y sigue sin bajarse del “pedestal” desde entonces, acreditándose una y otra vez con sus intervenciones como “la doctora liendre, que de todo habla y de nada entiende”, y dicen que dijo: “¿Por qué nadie nunca experimentó colocar cemento en la boca de los volcanes considerados activos?” y el tuit aportaba una imagen con la boca del volcán tapada y este texto complementario: “Como en la imagen, o metales pesados o rocas, para cuando entren en erupción, la lava sería bloqueada, evitando muertes y accidentes”. No voy a entrar en la redacción, que no desmerecería, pero no me negarán que ocurrente sí que son uno y otro comentario.
En esa misma línea, también ha circulado otro tuit, éste atribuido a una ”académica”, también sin par como tal y que algunos dicen que es buena actriz –lo que no pongo en duda, líbreme Dios–, la “Zejatera” Anabel Alonso, que ya ha dado muestras numerosas veces de ser del mismo lado ideológico y bastante sectario que la anterior, con algunos comentarios que la acreditan como “agente peninsular” de la que algunos llaman “la niña del exorcista” sueca, la no menos sin par Greta Thunberg, lideresa de la defensa del “medio” ambiente –parece que no se atreve con el ambiente entero– y de la teoría globalista del cambio climático. Y, cómo no, por ahí iba el tuit que le atribuyen, al parecer tampoco suyo según las mismas fuentes: “La erupción del volcán en La Palma es consecuencia del cambio climático. Jamás hubo una actividad tan grande como en estos últimos años”. En cualquier caso, no son malos como demostración del humor de algunos y de su aproximado intento de adjudicación de autoría.
Dejo para otro día el cabreo indisimulado del conocido comunicador de las mañanas, en una entrevista más a su “admirado” Santiago Abascal –¿hasta ahora?–, que no le dio la respuesta que esperaba a su pregunta sobre si el líder de VOX se había vacunado o no, que el vasco eludió contestar para no molestar a unos o a otros de sus fieles ni alimentar a sus críticos y que conociendo un poco al turolense, de no estar muy necesitado, no sé cómo habría acabado. Ahí lo dejo para la imaginación del lector, que es bueno ejercitarla.
Antonio De la Torre, licenciado en Geología, técnico y directivo de empresa. Analista de opinión
