Artículo 47
¿De compras? Lo que no se yo es cómo se compra un avión privado, y ya no digo uno público. ¡Hombre! Ya sé que es una cosa que no se compra todos los días. No se si entrar en internet, para ver aviones de segundo vuelo… Porque claro ¿si te gusta uno te lo envían a casa volando? Ya no te digo lo que pagará un avión de seguro y de parquin.
Luego hay cosas que no te las venden, por ejemplo, un tanque. Tú tienes un vecino pesado que además aparca mal y no te deja meter el coche, te compras un tanque de segunda guerra lo metes en tu plaza y que venga la grúa a llevárselo.
A la hora de ir de compras es muy importante saber lo que quieres comprar y dónde ir a comprarlo. Porque si te quieres compara un coche y vas al IKEA ya sabes de ante mano que te lo van a vender por piezas y luego te lo tienes que montar tú en casa. Eso suponiendo que lo puedas montar en el salón, porque claro, si lo montas, a ver cómo lo bajas a la calle.
A mi me gustaría comprarme una sucursal bancaria que ahora con la de cientos que han cerrado están de oferta. La idea es comprarme una bien situada y la misma oficina bancaria me paga la hipoteca. Y a vivir por los siglos de los siglos, porque si te quedas sin dinero, te rescatan. Luego la cosa tiene sus trucos: todo el dinero que entra en la oficina ya no sale. Excusas hay mil puestas ya en práctica por los que las están cerrando. “Se ha caído la red”, “hoy no funciona el sistema informático, llevamos así toda la mañana”, “se les ha caído el sistema en la central”.
Abres la sucursal a las 9 y cierras la caja a las 11, luego a desayunar, dejas allí una becaria, a la que llamaremos “la contable” porque será la encargada de contarle a los clientes que estás de firma en el notario y que no sabes si volverás.
Pero mejor que ir de compras es afiliarte a un partido político, que no tienes que comprarte nada, te ponen donde hay para dirigir y repartir. Qué más te da que no sea tuyo el negocio o el país.
Manolo Royo, humorista www.manolo-royo.com