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‘Ponte en mi lugar. No lo ocupes’, campaña municipal para promover el respeto en el uso de las plazas de aparcamiento reservadas a personas con movilidad reducida
Sillas de ruedas ocupando plazas de aparcamiento en rotación, figuras a tamaño real que recuerdan que las plazas reservadas para personas con movilidad reducida solo las pueden utilizar quienes tengan las tarjetas específicas y ‘multas’ para insistir en que hay personas a las que se perjudica con el mal uso de esas plazas. El Ayuntamiento de Pamplona ha puesto en marcha una campaña para promover el respeto en el uso de las plazas de aparcamiento reservadas a personas con movilidad reducida bajo el lema ‘Ponte en mi lugar. No lo ocupes’.
La campaña busca concienciar a la ciudadanía de la importancia de la correcta utilización de esas plazas para evitar usos y comportamiento incívicos que conllevan multas económicas y, sobre todo, el perjuicio a las personas que tienen derecho a ocupar esos estacionamientos. El inicio de la campaña se ha escenificado esta mañana con una acción en varias plazas de aparcamiento de la calle Estella, en el entorno de su confluencia con García Castañón, que han aparecido ocupadas por unas sillas de ruedas con la leyenda ‘¿Seguro que quieres ocupar mi lugar?’ De esta forma, se quiere reflejar la sensación que tiene una persona con movilidad reducida y tarjeta para aparcar en las plazas reservadas al ver que los estacionamientos están ocupados por vehículos que no deberían estar ahí.
El alcalde de Pamplona, Enrique Maya, y los miembros de la Comisión de Presidencia ha asistido a la presentación de esta campaña. La iniciativa surge de la declaración aprobada precisamente en Comisión de Presidencia en noviembre del año pasado, que instaba a “realizar una campaña de concienciación entre la ciudadanía para que las plazas reservadas a personas con discapacidad sean respetadas en todo momento”. La campaña estaba prevista para finales del mes de marzo, pero se ha tenido que aplazar a septiembre, debido al coronavirus.
Figuras y ‘multas’ para recordar el correcto uso de las plazas reservadas
La campaña ‘Ponte en mi lugar. No lo ocupes’ incluye otras acciones de calle para visibilizar esa necesidad de respetar las plazas reservadas para personas con movilidad. Se van a colocar 20 corpóreos, 20 figuras a tamaño real de un chico o una chica en silla de ruedas, en esas plazas reservadas de diferentes puntos de la ciudad. Las figuras se ubicarán en las señales que avisan de esas plazas para recordar que las deben utilizar aquellas personas con movilidad reducida acreditada.
Se colocarán, concretamente, en la zona hospitalaria (edificio de Urgencias, Consultas Externas Príncipe de Viana y parking general del Complejo Hospitalario de Navarra), en los centros de Salud de San Jorge, Txantrea, Ensanche y Buztintxuri, en las inmediaciones del Centro Dr. San Martín, en la plaza de la Cruz, en calle Estella, calle Amaya, calle Río Arga en la Rochapea, en Monasterio de Belate en la calle Iturrama, en la avenida de Pío XII y en el aparcamiento de la UPNA.
Asimismo, se han editado 80.000 tarjetas, a modo de multas de tráfico, que se colocarán en los parabrisas de los coches estacionados en la ciudad, que recogen la idea de la campaña. En ellos se recuerda que “Lo peor de aparcar en una plaza para personas con movilidad reducida no es llevarte una MULTA” y se apela a hacer un buen uso de esos estacionamientos reservados. La campaña, creada por La Llorona Comunicación y con un presupuesto de 25.000 euros, completará su difusión con anuncios en prensa, radio, televisión, medios online y redes sociales. Más de 600 plazas reservadas.
En Pamplona hay 3.150 personas con movilidad reducida que pueden aparcar en las más de 600 plazas reservadas y señalizadas. En lo que llevamos de este año 2020, la Policía Municipal de Pamplona ha denunciado a 175 personas por el uso indebido de esas plazas reservadas, es decir, por estacionar en ellas sin portar la necesaria tarjeta que acredita la movilidad reducida. El año pasado se interpusieron por ese mismo concepto 188 denuncias y en 2018 un total de 360.
Desde el Consistorio y Policía Municipal se quiere insistir también el correcto uso de esas tarjetas. En lo que llevamos de año se han retirado 64 tarjetas por mal uso, 25 de ellas expedidas por el propio Ayuntamiento y 39 expedidas por otros consistorios. Ese mal uso conlleva multas de 500 euros. Además, se han abierto ocho expedientes judiciales por falsedad en uso de esas tarjetas, en casos de fallecimiento de la persona titular o de manipulación de los datos.