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Las Hijas de la Caridad deben dejar su residencia tras 200 años al cuidado de enfermos en el Hospital de Navarra, según han manifestado Carlos Artundo y Alfredo Martínez
El director general de Salud, Carlos Artundo, y el gerente del Complejo Hospitalario de Navarra, Alfredo Martínez, han informado que las Hijas de la Caridad deben abandonar la residencia en la que han residido y han cuidado a los enfermos y personas vulnerables durante 2 siglos. Así lo han dicho en el acto de entrega del inventario y de las llaves de la vivienda.
A la vez que ha informado que en el solar del Pabellón donde se ubicaba la residencia se edificará la nueva Facultad de Medicina de la Universidad Pública de Navarra.
El Departamento de Salud ha agradecido a las Hijas de la Caridad la labor que han realizado durante 2 siglos al cuidado de los pacientes ingresados en el Hospital de Navarra y de los menores del Orfanato de Navarra, situado en el recinto de la antigua Maternidad.
Por parte de la Comunidad religiosa ha estado presente su superiora, Mª Ángeles Ibarrola y la consejera provincial de la orden, Maria Teresa Astrain.
En Navarra, la historia de las Hijas de la Caridad, ha estado ligada al Hospital de Navarra (antes Hospital Provincial de Pamplona). Durante más de dos siglos, estas religiosas han desarrollado labores de enfermería y han atendido de los niños del Orfanato de Navarra.
En la actualidad, la comunidad de Hijas de la Caridad estaba formada por seis hermanas: Celsa Gutiérrez, Luisa Echeverría, Margarita Itóiz, Concepción Trincado, Constatina Zugasti y Mª Ángeles Ibarrola. Además, quedaba todavía viviendo con ellas un grupo de seis mujeres procedentes del antiguo Orfanato, que han sido trasladadas a la Casa de Misericordia de Pamplona.
Además de estas seis hermanas, en el acto se ha recordado el nombre de otras religiosas que han desarrollado su trabajo tanto en el hospital como en el orfanato. Son Rosario Pacheco, Victoria Salaverri, Victoria Iriarte, Milagros Lafita, Consuelo Sacristán y Concepción Zubigaray, Ana Mª Sainz, Carmen Muñoz y Juana Mª Pérez.
La presencia de estas hermanas realizando labores de Enfermería en el Hospital era habitual en los pasillos y en las habitaciones de los pacientes ingresados. Las religiosas han trabajado en medicina interna, tuberculosis, especialidades, urgencias, etc. Las últimas lo hicieron en el servicio de digestivo y en quirófanos. En los últimos años, varias religiosas han prestado se colaboración formando parte del Plan de Voluntariado en el Hospital y acompañando a enfermos que se encontraban solos.
Además de su labor asistencial, a las religiosas se les encomendó el cuidado y la atención de los niños en la Maternidad-Orfanato de Navarra. Ellas estuvieron al cargo de centenares de menores que vivían en el Orfanato, cuyos progenitores no podían hacerse cargo de ellos. Muchos fueron adoptados, otros se colocaron en empresas y conseguían emanciparse; y aquellos con más dificultades vivían con las religiosas.