Las encuestas, encuestas son y ahí se quedan. Números y más números cambiantes que acercan a una posibilidad eventual, antes de la gran encuesta: las elecciones.
Un esta última, un PP «centrado», tipo Feijoo o lo que es lo mismo tipo Rajoy, sigue sin superar al PSOE en intención de voto. Da igual lo que pase, eso no cambia.
¿Y ahora qué?
Se dirá que es por la división del voto. Ahora esta Vox, se dirá. Pero, ¡oiga!, que también está Podemos y el PSOE sigue el primero.
Le hace falta «ideologizarse» y centrar su discurso y acción. A Pablo Casado, su líder, le hace falta creerse que es un líder o ¿era transitorio como muchos anticipamos?.
Mientras tanto, el PSOE con Podemos, seguirá gobernando.