La presidenta navarra, la socialista/nacionalista María Chivite, ha declarado que el día 22 de mayo comenzará la “desescalada asimétrica” del confinamiento ciudadano y que “este virus ha venido para quedarse”.
Una «desescalada», por otra parte, de la que hablan continuamente estando inmersos en la 3ª prórroga aprobada hace solo cuatro días y, según dejó entrever ayer el ministro de Sanidad, Salvador Illa, «el horizonte de pensar que el estado de alarma puede acabar en 15 días me parece precipitado”.
Pero ayer los niños, una parte importante de ellos, o mejor dicho sus padres, después de casi dos meses en encierro permanente, se saltaron las normas en su primera salida a la calle.
Surge una pregunta, si, al parecer, a partir del día 2 de mayo, se van a adoptar nuevas medidas para salir a la calle los adultos, la nueva prórroga sugerida por Illa, ¿va a ser real?
El buen tiempo va a llegar, el calor dentro de las casas, todo el mundo va a querer estar en la calle, va a querer volver a la normalidad, pero ahí está el «virus que ha venido a quedarse» y si nos atenemos a la incertidumbre permanente a la que el Gobierno somete a sus ciudadanos, donde tan pronto es blanco como negro, ¿va a haber seguridad?
Lo que está claro es que ni Sánchez, ni Iglesias, ni su Gobierno ejercen liderazgo en la sociedad, ni en el ámbito político.