Pedro Sánchez ha debido envalentonarse con el último CIS de su amigo Tezanos porque ha vuelto a las andadas.
El federalismo ha vuelto a su programa electoral. Ya poco falta para que pida la República. Todo se andará.
Las elecciones del 10N se convierten en una cita electoral de gran importancia. Una victoria rotunda de Sánchez radicalizaría, aún más si cabe, a un socialismo que busca el poder por el poder, sin importarle las consecuencias que de ello pudieran derivarse.
Ahora federalismo y mañana la desmembración de España en un conjunto de plurinacionalidades. Eso si, todas ellas bajo el prisma republicano.
Un suma y sigue, por tanto, de una hoja de ruta establecida por quienes quieren destruir el orden imperante, a España y a los españoles.