La escritora española Eva Baltasar. EFE/ Enrique Contla/Archivo
Las escritoras Luna Miguel y Eva Baltasar han analizado en un encuentro en Pamplona la visión de género en el panorama editorial y en concreto en sus primeras novelas, ‘El funeral de Lolita’ y ‘Permafrost’, donde rescatan «la voz no escuchada» de mujeres
Ambas escritoras han convenido en la necesidad de aportar el punto de vista de una mujer a las obras literarias. La primera novela de Luna Miguel, ‘El funeral de Lolita’, traza la vida de una joven que ha sufrido abusos en su juventud.
Ha indicado que en su novela “quien habla es la víctima”, aprovechando que ha llegado un momento en que ya “se escucha su voz, hecho que hasta hace no mucho tiempo no ocurría”, algo que puede comprobarse en las bibliotecas, “plagadas de violaciones a mujeres contadas y normalizadas por hombres”.
A su vez, ha animado a “releer” a mujeres y a rescatar a “esas autoras olvidadas” y acabar con “esa mirada machista” con la que se han construido las grandes bibliotecas.
Baltasar, por su parte, ha reflejado en su primera novela ‘Permafrost’ su “propia vida”. Ha reconocido que no fue consciente de que en su obra no aparecían hombres, “hasta que un hombre lo indicó en una presentación”.
Ha explicado que este libro se basa en un personaje que es “un espejo” de su existencia, donde no hay hombres en su entorno cercano. También ha indicado que “es necesario que haya otras realidades literarias” y que se vean reflejadas en distintas novelas.
La familia, la madurez o la mentira son otras tres de las claves que han abordado este martes en la segunda jornada de Letraheridas, el encuentro de mujeres en el panorama editorial y que se celebra en Katakrak hasta el próximo sábado.
En torno a la mentira, Baltasar ha señalado que “todo el mundo miente” y ha apuntado a cómo aparecen los antidepresivos no solo en la novela sino en su vida diaria, y que son “para poder soportar” una “vida de mierda”, un aspecto que también quería reflejar en esa primera prosa publicada.
Estas son las primeras novelas que ambas autoras publican, tras dedicarse a la poesía, un cambio que Luna Miguel ha calificado de “hundimiento” por la necesidad de “pasar el día escribiendo”.
Por su parte, Eva Baltasar ha calificado el salto de un género a otro de “casual” surgido tras una consulta con su terapeuta, donde comenzó a escribir un pequeño texto sobre su vida, trufado “con algunas mentiras”, a partir del que empezó a “ficcionar y a contar la historia de otra persona”. EFE
