Hoy Francisco Franco es más conocido que nunca. Las nuevas generaciones sólo lo conocían por los libros de Historia.
Todo quedaría ahí como ocurre con otros personajes que ha tenido nuestra historia; sin embargo, hoy hay algunos que hablan y hablan de Franco, de Franco y de más Franco, como si tuvieran que vengarse de quienes ganaron una guerra sucedida hace ya más de 80 años, y, sin embargo, no les duelen prendas en anular a las víctimas de ETA, algo sucedido antes de ayer. Piden un abrazo entre ellas, las víctimas y sus verdugos. Pero no quieren olvidar una guerra sucedida hace ya mucho, mucho, tiempo.
Resulta curioso comprobar cómo hace ya algún tiempo, el actual presidente del gobierno Pedro Sánchez, rendía honores a un dictador llamado Hasan II de Marruecos en su mausoleo y no pasaba nada y hoy se empeña en conseguir que el llamado Valle de los Caídos, le resuelva sus problemas.
Resulta curioso, también, comprobar como la izquierda no quiere que le recuerden lo que no le interesa, tal es el caso de las matanzas indiscriminadas de monjas y sacerdotes, quema de conventos…
No extraña que los partidos que no son guerra-civilistas no vean objeto en sacar a un muerto de su tumba.
Parece se pretenda recuperar odios superados para ver si con ello se consigue un voto para seguir en el sillón y que no falte
