El consejero de Desarrollo Económico y Empresarial, Manu Ayerdi, ha situado la transición energética como un reto para Navarra pero también como una «gran oportunidad»
Ayerdi ha participado en el Encuentro Económico de Laboral Kutxa para Navarra, donde ha afirmado que las renovables y la automoción son sectores «estratégicos».
«Tenemos un ecosistema potentísimo, un diferencial» con respecto a otras comunidades, ha dicho, pero ha advertido de que «no basta solo con reducir el consumo energético sino que hay que producir renovables» tanto fotovoltaica, como eólicas o biomasa, una electricidad que además se tiene que poder almacenar y transportar.
«La transición energética es una de las grandes oportunidades» para Navarra, aunque tenga sus «amenazas como cualquier reto», ha insistido Ayerdi antes de subrayar que «la mejor energía es la que no se consume».
Y ha añadido que se requiere una transición para luchar contra el cambio climático, en el que hay «un amplísimo consenso científico», lo que exige impulsar las energías renovables.
Tras recordar los objetivos europeos de reducción de CO2 y mejora de eficiencia energética, ha destacado que para 2050 la reducción de gases de efecto invernadero debe ser del 90% y las renovables el 100% en consumo final.
Con este horizonte la situación de partida en Navarra con datos cerrados de 2017, «que generan algunas dudas» por un cambio de metodología, apuntan que el consumo de energía final es casi la misma que en 2015 pero, al haber más población, cae el consumo per cápita.
Por sectores, la agricultura ha reducido su consumo energético un 32% y la industria el 7%, mientras que en le transporte crece el 4% y en el resto de sectores aumenta en conjunto el 12%.
Con estos datos, y más allá del ejemplo que debe dar la administración, el consejero ha subrayado que quedan muchas cosas por hacer para cumplir los objetivos, como que el transporte por ferrocarril coja más peso y que aumente la fabricación de vehículos de menor consumo.
Del mismo modo ha apuntado la necesidad de que la industria disponga de procesos productivos que consuman menos, igual que los edificios sean privados, públicos o comerciales.
En cuanto a los gases de efecto invernadero, que se han reducido un 16% y hay que bajar un 45% para 2030, ha indicado que los principales emisores son transporte e industria, el primero con un consumo en 2017 en la línea de la previsiones y la segunda con un descenso de más del 20% tras «un gran esfuerzo».
Para conseguir los objetivos marcados «se deben sustituir los actuales combustibles por renovables y electrificar la economía, siempre que esta sea también renovable»,ha concluido. EFE