Últimas noticias

Don Felipe VI y las elecciones generales

Ayer me cogió por sorpresa que Su Católica Majestad, don Felipe VI, cumpliendo con las pocas atribuciones que la vigente constitución confiere al Jefe del Estado, optara por convocar nuevas elecciones sin encargar a Pedro Sánchez, como representante del partido con más escaños en el Parlamento, la formación de un gobierno.

Francamente, salvo que los partidos tuvieran amañada alguna sorpresa para la posible investidura, viendo lo ocurrido en estos últimos meses, hay que pensar que ésta no hubiera prosperado y España hubiera vivido unos días más de una incertidumbre que en nada le favorece ni interna ni externamente.

¿Qué se puede esperar de quien le da lo mismo salir con el apoyo podemita que con la abstención de Ciudadanos? Tal ambigüedad sólo confirma que su interés no es España sino su poltrona de La Moncloa.

Hace tiempo, desde antes de 2016, que las encuestas del CIS recogen la desconfianza en los políticos entre las principales preocupaciones de los españoles. Y ayer, el Rey mostró su empatía con sus súbditos y su desconfianza.

Desde 2016 España vive en una incertidumbre sin precedentes en nuestra actual etapa democrática. Candidatos que declinan formar gobierno; aspirantes a formarlo a quienes da igual “arre” que “so” con tal de salir; proyectos de pacto que se preocupan más por los cargos y beneficios que por el interés general y el bien común de la Nación; partidos que buscan para las 17 taifas autonómicas el apoyo de aquellos con quienes se niegan a sentarse a hablar… En definitiva, un desmadre o, más castizamente un sindios, donde sólo prima la ambición particular de grupos y personas.

Recuerdo que, cuando don Felipe fue proclamado Rey de España, también la Corona figuraba en el CIS como objeto de desconfianza de los españoles. Su labor de estos dificilísimos años de reinado, una labor callada, discreta, prudente y siempre fiel a las reglas del juego, donde su discurso del tres de octubre de 2017 es un punto de referencia e inflexión, ha hecho desaparecer esta cuestionada imagen de la Corona. Con su actitud de ayer, a juicio de quien esto escribe, el Rey, don Felipe VI, se ha apuntado un tanto más en su credibilidad, demostrando que está a la altura de las funciones de un jefe de Estado; probando su formación para el cargo; así como dando a entender que, más allá de los políticos del momento, la Corona, como institución permanente tiene buenos consejeros.

Si en España hubiera políticos de talla, hace años que nuestras necesidades y el sentido común y de Estado les hubieran inducido a algo similar a lo que en Alemania se denomina la “Gran Coalición”. Por el contrario, entre los regionalismos, los partidismos, los personalismos… en esta gran Nación sólo sufrimos una política partidista cada vez más fragmentada e ireconciliable.

Nuestro Rey empatiza con nosotros, retira su confianza a los políticos y vuelve a poner nuestra gobernabilidad en nuestras manos. Ojalá esta vez sepamos también dejarnos de banderías, y servir a España estando a la altura de las circunstancias.

Con palabras de Arturo Pérez Reverte: “Para el pueblo español, acostumbrado a la obediencia ciega a la Religión y la Monarquía, un título nobiliario, una sotana o un uniforme son la única referencia posible en momentos de crisis.”

Pedro Sáez Martínez de Ubago,  investigador, historiador y articulista

Artículos anteriores

Andrés López Obrador y sus demandas de perdón (II)

Andrés López Obrador y sus demandas de perdón (I)

About The Author

Otras noticias publicadas

Responder

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies