Escuchando ayer al portavoz del Gobierno tripartito de Navarra (PSN, Geroa Bai, Podemos, apoyo de I-E y abstención de Bildu) que serán 1,6 millones de euros más, cada año, lo que cuestan los nuevos cargos políticos creados al aumentar a 13 las consejerías del Gobierno foral, queda la sensación de que dicho señor considera que es muy poco el gasto, por lo que todos contentos. Aunque el ciudadano se quede estupefacto.
Sin embargo, da la casualidad de que, a la par, salían los datos del paro del mes de agosto, y va y resulta que son infinitamente malos porque hacía años que, en dicho mes, el paro no aumentaba tanto. Y va y resulta, también, que la mayoría de los contratos que se firman, hoy en día, son temporales y con una duración menor a 7 horas. Y va y resulta que el número de afiliados a la Seguridad Social ha disminuido notablemente.
Este señor, portavoz que habla por el gobierno, no tiene sensibilidad con los parados ni con los ciudadanos. Lejos les quedan los salarios mínimos, los mileuristas, las personas que no llegan a fin de mes.
Eso sí, alardea de formar parte de un gobierno que se permite el lujo de aumentar el gasto y nombramientos en puestos de libre disposición, de confianza. Va nada, más de millón y medio más cada año. ¿Qué más da?
Así va todo.