La fiscalía italiana ordenó este martes la incautación temporal del barco humanitario español «Open Arms» y el desembarco en el puerto de Lampedusa (Italia) de los alrededor de 90 inmigrantes que seguían a bordo, poniendo así fin por el momento a una lenta agonía que ha durado casi tres semanas
La información llega horas después de que el Gobierno español haya decidido enviar un barco de la Armada para asistir y hacerse cargo de los migrantes. El buque de acción marítima Audaz ha partido del puerto de la base de Rota en dirección a Lampedusa a las 18:30. Su capitán esperaba llegar a la isla italiana el viernes y allí recibir nuevas instrucciones.
El barco atracó en el puerto de Lampedusa en torno a las 23.50 horas locales (21.50 GMT) y los inmigrantes entonaron el «Bella Ciao», momentos antes de poder pisar tierra y ser identificados por la policía local, que les hizo una foto.
El fiscal de Agrigento (Sicilia), del que depende Lampedusa, Luigi Patronaggio, tomó la decisión después de subir a bordo de la nave española acompañado de varios médicos para verificar el estado de los migrantes y la situación que reina a bordo, descrita por la tripulación como desesperada.
Según fuentes del procedimiento consultadas por Efe, el fiscal ha tomado esta decisión a instancias de la organización al amparo del artículo 328 del Código Penal, que castiga con entre seis meses y dos años al funcionario público que haya omitido su deber que, «por razones de justicia o de seguridad pública, o de orden público o de higiene y salud, debe ser cumplido sin retraso».
Presunto secuestro de personas e investigación contra Salvini
Según fuentes del procedimiento consultadas por Efe, el fiscal ha tomado la decisión de incautar el Open Arms y ordenar el desembarco a instancias de la propia ONG, al amparo del artículo 328 del Código Penal que castiga con entre seis meses y dos años al funcionario público que haya omitido su deber que «por razones de justicia o de seguridad pública, o de orden público o de higiene y salud, debe ser cumplido sin retraso».
La Fiscalía de Agrigento, de la que depende Lampedusa, investigaba un presunto delito de secuestro de personas, en el que de momento no hay nadie imputado, para determinar por qué no han podido desembarcar a los migrantes en Italia a pesar de que un tribunal tumbó la orden del ministro del Interior, el ultraderechista Matteo Salvini, de que el barco no entrara en aguas territoriales de este país.
El propio Salvini había anticipado poco antes en Twitter la posibilidad de que el fiscal tomase medidas, pero ha insistido en su defensa de la doctrina de «puertos cerrados». De hecho, Patronaggio ya intentó denunciar a Salvini el año pasado por otro caso en que el ministro de Interior impidió desembarcar a los migrantes rescatados.
El Open Arms tendrá ahora que quedar dos semanas en Italia en el marco de esta investigación. NAVARRA INFORMACIÓN/EFE
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