China no cede: su designación como país «manipulador de divisas» por parte de EEUU es, a sus ojos, poco menos que una infamia: el banco central reaccionó calificando la medida de «injustificada» y la prensa oficial ya habla abiertamente de cómo afrontar una guerra comercial a largo plazo
«Se trata una medida caprichosa, unilateral y proteccionista que menoscabará gravemente las reglas internacionales y que tendrá un impacto material en la economía y las finanzas mundiales», aseveraba anoche el Banco Popular de China (BPC), que niega que exista un problema de manipulación de los tipos de cambio.