Asistimos estos días, tras las elecciones generales, autonómicas y forales, a un juego de cromos continuo entre diferentes formaciones políticas.
Objetivo, ya es más que claro, los sillones que permiten gobernar, desde la presidencia del Gobierno de España a las Comunidades Autónomas y Navarra. Unos y otros cambian sus cromos para ver si ganan la partida.
Los.ciudadanos mientras tanto, cual convidados de piedra, viendo cómo la clase política solo vive para mandar y para sus intereses, no para servir ni para cumplir sus compromisos y promesas.
Extraña, por tanto, que aquellos partidos que se han hartado de defender su apuesta por los ciudadanos, hoy se hayan olvidado de ellos y de sus votantes y solo piensen en la poltrona.
Ver para creer.