Los años impares parecían ser la medicina de Garbiñe Muguruza en Wimbledon. Final en 2015 y triunfo en 2017. La inercia para 2019 no parecía la mejor, pero una derrota en el estreno ante la brasileña Beatriz Haddad Maia era de todo menos esperada
El claro 6-4 y 6-4 que reflejó el marcador de la pista 3 al final del encuentro marcó uno de los mayores batacazos de la española en el All England Club.