En el 175 año de la fundación de la Guardia Civil, que se está celebrando este año, uno de los terroristas y asesinos etarra más buscado, Josu Ternera, era detenido por fin. Durante años había estado localizado pero, curiosamente, no se le había capturado.
Hasta su detención, él y otros pocos más, dicen los informes, formaban parte del mundo clandestino de la ETA. Un mundo en el que una parte de él quiere volver a matar, quiere volver a las armas.
Por eso, la importancia de su búsqueda y de su detención. Los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, pero sobre todo, la Guardia Civil, no descansan y continúan la búsqueda, de treinta etarras más.
No puede permitirse que pase lo que ocurrió hace unas semanas en Irlanda del Norte, la muerte de un periodista a manos de terroristas del IRA, otra organización armada europea.
ETA en España ha dejado de matar, pero no olvidemos que no entregó las armas y la su organización terrorista no se disolvió ni se ha disuelto.
Los terroristas donde mejor están es en la cárcel y cumpliendo íntegramente sus condenas, una tras otra.
Pie de foto. Webs Guardia Civil y Policía Nacional. De izda a dcha: José Ignacio De Juana Chaos, José Luis Eciolaza Galan, Oier Eguidazu Bernas, Eneko Aguirresarobe Olagoy y Anartz Arambarri Echaniz. EFE/Guardia Civil