Cientos de personas han recibido a Albert Rivera en el pueblo natal de Josu Ternera, Ugao Miraballes, entre insultos, el ruido de sirenas y alarmas y el aviso de que no era bienvenido, pero el líder de Ciudadanos ha respondido dejando claro que no les callarán y que volverán cada vez que quieran.
Eso ha ocurrido al final del paseo, en el frontón del pueblo, donde Cs ha homenajeado a las víctimas del terrorismo, pero unos minutos antes la imagen era otra muy distinta: un silencio casi absoluto a su paso por la plaza de este municipio que gobierna el PNV.
«Preparaos porque vamos a prohibir los homenajes a vuestros amigos etarras», ha subrayado Rivera y, por tanto, ha añadido, el homenaje a Josu Ternera que le hicieron en este pueblo la semana pasada, después de su detención en Francia, va a ser el último a un miembro de ETA.
Rivera ha realizado un corto paseo desde la ermita del pueblo hasta el frontón, acompañado, entre otros, por Maite Pagazaurtundua y el abogado del Estado Edmundo Bal.
Antes de llegar, en la plaza del Ayuntamiento, le esperaban unas 200 personas en silencio detrás de una pancarta en la que se leía «No sois bienvenidos, así no», que le han dado la espalda a su paso.
Rivera ha saludado con un «Egunon» (buenos días) y se ha escuchado algún grito de «fascista».
Después alguien ha dicho a Rivera: «Escucha el silencio» antes de que los que protestaban en la plaza rompieran en un aplauso. EFE