Tras el circo de la primera sesión celebrada en el Congreso de los Diputados, un primer tema llega para la discusión, la suspensión inmediata del hecho de ser diputados para los juzgados por delito de rebelión.
La Fiscalía del Estado así lo ha pedido de una manera perentoria.
La presidenta de la Cámara, señora Batet, catalanista, seguramente solicitará al Tribunal Supremo que sea él quien lo dictamine. Maniobra que pretende evitar su pronunciamiento antes de las elecciones del 26M y que escondería ante el electorado una posible maniobra de acuerdo para mantener el sillón para el presidente, todavía en funciones, Pedro Sánchez.
Asistimos, por tanto, a un ejercicio de inmoralidad política, donde unos, retuercen las leyes, las normas para conseguir sus objetivos, cueste lo que cueste y caiga quien caiga, y otros dejando caer.
Maquiavelismo político