A lo largo de su producción literaria y de divulgación científica, Eduardo Punset, que ha fallecido este miércoles a los 82 años, expresó la «urgencia de regenerar el sistema educativo actual» para incorporar en las escuelas la educación emocional y el conocimiento de uno mismo
El actual sistema educativo está «obsoleto» afirmó repetidamente el divulgador científico y «no da respuestas a las necesidades de las personas ni de la sociedad del futuro», advirtió Punset.
Eduard Punset afirmó en múltiples ocasiones que el actual sistema de educación debe dotarse de competencias «nuevas e insospechadas, como la gestión de las emociones para formar ciudadanos más competentes, felices y compasivos».
En su libro «El Viaje al poder de la mente» (Booket), publicado en 2010, Punset afirmó que, entre otras revoluciones, la educativa «debe venir de la mano de los últimos descubrimientos sobre el cerebro», que es el «único poder que existe».
En 2010, Eduard Punset participó en unas jornadas educativas en Washington, entre cuyos ponentes se encontraba el Dalai Lama, y en las que los expertos analizaron la intersección entre cerebro, educación y práctica contemplativas.
Tras participar en las jornadas, Punset se preguntó «¿por qué no unir la ciencia educativa y la traición contemplativa para que se enriquezcan mutuamente y aporten soluciones?» según recoge el documental ‘Educar para fabricar ciudadanos’ emitido por el programa de divulgación científica «Redes» de Televisión Española.
A raíz de su participación en las jornadas, Punset concluyó que la nueva educación «debe formar a jóvenes compasivos, sabios, considerados, para formar ciudadano más felices y seguros que sean capaces de afrontar los retos de esto siglo, en un mundo cada vez más diverso e interdependiente».
Punset aseguró que la nueva manera de entender la educación «conmoverá a todo el mundo» y que en ella la figura del maestro será «esencial» ya que «sabrá cómo modelar las emociones de sus estudiantes».
En sus intervenciones en charlas y conferencias, el divulgador científico recomendó convertir las escuelas en lugares que capaciten a los alumnos y les llenen de afecto, que sean capaces de crear ambientes de confianza, amor y respeto para capacitar a los chicos a creer en ellos, a vivir en paz y a respetar a los demás, en su diversidad enriquecedora. EFE
