Plano del proyecto de Carlota Esquíroz y Patricia Rey Baltar.
Montaje del proyecto de la Tómbola de Marc Ribert y Pablo Elosua.
NAVARRAINFORMACIÓN.ES
El Centro Comercial Itaroa acoge una exposición con los seis proyectos finalistas del concurso de la nueva Tómbola de Cáritas, diseñados por alumnos de la Universidad de Navarra
La entidad pidió colaboración a la Escuela de Arquitectura para realizar la remodelación de la nueva sede, que se estrenará en 2020, con motivo de su 75 aniversario.
Entre ellos se encuentran los dos proyectos ganadores: el primero realizado por las alumnas Carlota Esquíroz y Patricia Rey-Baltar; y el segundo, por Marc Ribert y Pablo Elosua. Los estudiantes recibirán becas para poder desarrollar el proyecto final durante el próximo curso y contarán con el apoyo del profesor José Antonio Sacristán y otros profesores de la Escuela de Arquitectura, para que en los sanfermines de 2020 se pueda estrenar el nuevo edificio.
Las ideas se caracterizan por “huir del ego arquitectónico a favor de la conservación de los valores intrínsecos de Cáritas” y respetan el funcionamiento de la Tómbola existente “porque ha demostrado ser muy eficiente”. Las principales modificaciones se centran en mejorar la viabilidad del montaje, mayor protección solar e incorporación de nuevos usos.
Respecto al montaje se ha optado por módulos prefabricados, que facilitarían su instalación, se ha modificado sustancialmente la estética del conjunto “para que responda al momento actual y se añade el color rojo, como símbolo de Cáritas”.
Aprendizaje-servicio
Este proyecto supone para los estudiantes una gran oportunidad, que agradecen a Cáritas, en primer lugar: “Por dar el paso de confiar en nosotros, en gente joven que estamos en formación, por darnos la oportunidad de contribuir con este proyecto que, de una u otra manera, a todos nos toca de cerca; estamos muy ilusionados con que salga adelante”, expresaba Marc Ribert.
“Es algo muy valioso para nosotros que la Escuela apueste por este tipo de proyectos, que van en la línea del nuevo plan de estudios -los proyectos integrados y los seminarios de especialización-. Supone un reto enfrentarnos a un proyecto que tiene unos condicionantes reales y un presupuesto concreto; se escapa de los proyectos habituales de las Escuelas de Arquitectura en los que la idea prima sobre el desarrollo constructivo”, añade.
Este proyecto es un ejemplo del aprendizaje-servicio, uno de los retos planteados en Horizonte 2020 de la Universidad de Navarra: “Una modalidad de aprendizaje donde el alumno no solamente trabaja en el desarrollo de sus propias capacidades creativas, sino que éstas tienen un reflejo real”, como explicaba Miguel A. Alonso del Val, director de la Escuela, en la presentación del proyecto.
