La campaña electoral que terminaba ayer, pudiera calificarse como la campaña de la incertidumbre.
Una incertidumbre provocada porque nadie sabe exactamente lo que va a ocurrir, ya que la volatilidad del voto y la existencia de cinco partidos con ciertas posibilidades de obtener cierto éxito electoral puede provocar que el partido que las gane bien pudiera quedarse «compuesto y sin novia», ya que la alianza del resto, le pudiera impedir gobernar.
Incluso pudiera producirse el llamado «Gobierno Frankestein», por el que aquellos que quieren destruir España, pudieran tener cuotas de poder.
Los indecisos, más que nunca, pueden poner y quitar gobiernos. Es de esperar que impere la lucidez y que aquellos que no quieren a este país, obtengan un fracaso estrepitoso.