La actriz Lola Herrera. EFE/Archivo
La actriz Lola Herrera ha afirmado en una entrevista a Efe que la crisis “hizo verdaderos estragos” en el teatro y que, si bien ahora “se está tratando de recomponer un poco” la situación, “indudablemente faltan muchos medios” para reparar por completo al “pariente pobre de la cultura”.
Lola Herrera (Valladolid, 1935) visita este fin de semana la capital navarra para enfundarse de nuevo en el papel de Carmen Sotillo, la viuda de ‘Cinco horas con Mario’, de Miguel Delibes, en una gira que arranca unos 40 años después de la primera y que finalizará en 2020.
Corría el año 1979 cuando la actriz se metía en el papel de la viuda Carmen Sotillo por primera vez. Cuatro décadas después, asegura que esta obra fue un “punto de inflexión” en su carrera y que el personaje le ha dado “muchas satisfacciones”.
P: ¿Hay algún momento de su carrera que calificaría como hito o como punto de inflexión?
R: El punto de inflexión fue indudablemente la obra que estoy haciendo, la del 79, ‘Cinco horas con Mario’. El público no estaba por los monólogos. El zambombazo de ‘Cinco horas con Mario’ no lo esperábamos nadie, lo hacíamos por puro placer, porque nos gustaba, pero no pensábamos que iba a tener esa acogida y que Delibes iba conectar de esa manera tan increíble con el momento, con el público y a lo largo de los años.
P: ¿Cómo ha sido la respuesta del público respecto a la obra a lo largo de los años?
R: Ha variado. Al principio el público se quedaba muy impactado, no había ni sonrisas ni risas como hay ahora, porque en la obra hay bastante humor. Acabábamos de estrenar democracia y la gente todavía estaba que no se atrevía a reírse mucho ni a manifestar mucho las sensaciones que producía la obra, pero con el tiempo ha ido mutando.
P: ¿Tiene algún nuevo proyecto a la vista?
R: Sí, tengo proyectos pero no los comento porque ahora estoy donde estoy. Ya se comentarán en su día. Tengo un proyecto bonito que me gusta mucho, pero todavía me queda un largo camino con Mario y no quiero más que dedicarme a esto en cuerpo y alma.
P: ¿Cómo ve la situación del teatro en España?
R: Como siempre. No creo que hayamos dado pasos de gigante en los últimos 10 años. La crisis hizo verdaderos estragos y ahora se está tratando de recomponer un poco el teatro, pero indudablemente faltan muchos medios.
El teatro no morirá nunca, entre otras cosas, porque es algo en directo. Pero lo cierto es que siempre ha estado muy desatendido por la Administración, por quien tiene que ocuparse. Es como el pariente pobre de la cultura. Es así, empujamos y hacemos pero no nos hacen ni caso.
P: ¿Qué medidas habría que adoptar para mejorar este panorama?
R: Yo no puedo decir qué es lo que hay que hacer, para eso está el ministro de Cultura. Lo que veo es que no hay la protección, ni la ayuda, ni la plataforma adecuada para que lo nuestro crezca más y la gente pueda acudir más a ver muchas cosas.
Los teatros oficiales tendrían que girar por toda España y llevar el teatro a domicilio a la gente, ese teatro que se hace con dinero de todos. Y a la empresa privada habría que ayudarla mucho más. El teatro no es un negocio, es otra cosa, es una exposición de algo que nos chifla a todos los que lo hacemos, pero no es un negocio como otros que pueden multiplicarse.
Sofía Urbiola
