Investigadores de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) y de la Universidad de Zaragoza han desarrollado una aplicación de realidad aumentada para evaluar la memoria espacial que podría utilizarse en enfermos de Alzheimer o en la etapa infantil.
La app podría servir como herramienta para el análisis y entrenamiento de habilidades vinculadas a la memoria espacial en la enfermedad del Alzheimer, siempre y cuando el enfermo no se encuentre en una fase avanzada de la enfermedad.
También podría ser de gran ayuda en la etapa infantil, para la identificación temprana de alteraciones relacionadas con esa memoria espacial, según informa la UPV, que añade que el trabajo de los investigadores se ha publicado en la revista IEEE Access.
La memoria espacial a corto plazo es la habilidad de retener y recordar la localización de elementos durante periodos de tiempo relativamente cortos y es la que influye a la hora de recordar dónde hemos dejado las llaves, un destornillador o unas gafas, según la investigadora del Instituto ai2 de la UPV, Mª Carmen Juan.
El dispositivo en el que está instalada la aplicación reconoce el entorno en el que se está utilizando y el lugar en el que se dejaron los objetos, y se puede llevar a casa del paciente y personalizarla con los objetos deseados, lo que supone adecuarse al ritmo de vida de cada usuario, ha afirmado el investigador Fran Muñoz, del mismo instituto.
En el caso de utilizar la app para entrenamiento, podría ayudar a los facultativos a evaluar la memoria espacial a través de la búsqueda de elementos comunes en la vida diaria de estos pacientes, como unas zapatillas o un sombrero.
Magdalena Méndez López y Camino Fidalgo, investigadoras del departamento de Psicología y Sociología de la Universidad de Zaragoza, destacan que la app mejorará las técnicas actuales utilizadas para el entrenamiento de la memoria porque permite realizar ejercicios de recuerdo sobre dónde se dejan las cosas en el hogar del paciente, es decir, en el contexto real donde las mismas dificultades aparecen.
Además, con pequeñas modificaciones, se puede incrementar la complejidad del ejercicio para que sea más motivador. EFE