“Es Juana Rivas por tanto esa nueva punta de lanza de la creación de opinión pública desde los escondites del poder amplificados gracias a sus voceros políticos y mediáticos”
Juana Rivas unas horas horas antes de su varapalo en el Tribunal Constitucional expresó por carta, que huía de la justicia, pero que no hacía nada fuera de la Ley porque se sentía inocente…. Era y es la metáfora perfecta y la nueva sacerdotisa de la posverdad y esos sentimientos que compartieron un montón de españoles manifestando públicamente que “Juana está en mi casa” creyendo que su causa era más poderosa que la verdad. Es y representa Juana Rivas por tanto a esa precisa frontera que separa la ideología y la verdad, que distingue entre la ley y esa sinrazón que muchos alegaron entonces para sentirse más poderosos que la Justicia y así, y por ello, no acatar el cumplimiento de la Ley.
Es Juana Rivas por tanto esa nueva punta de lanza de la creación de opinión pública desde los escondites del poder amplificados gracias a sus voceros políticos y mediáticos que propagan unas creencias e ideología concretas desde todos sus altavoces. Y ante ese caudal de razón buenista pretenden que todas y cada una de las señorías con puñetas que han sentenciado hasta ahora se tendrán en un futuro que arrodillar ante su sacro santa verdad.
La señora Juana Rivas que ahora está condenada con cinco años de prisión, permaneció huida de la Ley, escondida en muchas casas, porque una mayoría de los políticos de todas las siglas y doctrinarios, asistentes sociales y abogados, le dictaron en sus pobres entendederas que su procedimiento judicial había sido una “chapuza y que sus hijos estaban “en peligro” pero sin fundamento jurídico. Y le apostillaron con falsedad que eran de Ley, de su razón y su humano sentimiento el enfrentarse al derecho internacional, las relaciones internacionales y la jurisprudencia sobre la infancia. Apelaron con su falsedad a un articulado ilegal, por el que se desprendía que ella, Juana Rivas, era la nueva suma sacerdotisa de la posverdad. Qué lástima de niños y de Juana que, por cierto en mi casa no estuvo nunca y nunca estará.
Manuel Artero Rueda La Paseata
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Manuel Artero Rueda ha dedicado toda su vida profesional a la televisión en la empresa pública RTVE donde, en los últimos veinte años, y después de haber trabajado como ayudante de producción y realización. ha realizado su oficio de periodista como reportero en el programa Informe Semanal, para el que ha realizado mas de trescientos reportajes. Licenciado por la Universidad Complutense, es autor del libro “El reportaje para televisión un guiño a la noticia” , un práctico temario con el que ha impartido clases tanto en el Instituto Oficial de RTVE como en el máster de periodismo de la Universidad Rey Juan Carlos.