EFE/David Fernández.
La especialista en Inteligencia Artificial (IA) Regina Llopis, presidenta del grupo tecnológico IAI que colabora con la NASA y la Unión Europea en proyectos de innovación, ha advertido que este tipo de inteligencia llevado a cabo por máquinas «requiere una vigilancia ética».
Llopis se ha manifestado en estos términos durante su intervención en el XXVIII Seminario organizado por la Fundación Étnor, en colaboración con Bancaja, para abordar los Desafíos Éticos de la empresa en un mundo digital, ha informado la organización de la jornada en un comunicado.
«Todas las nuevas aplicaciones y oportunidades que ofrece la IA requieren de talento y necesitamos un talento que sea firme en su planteamiento ético. Es necesario poner vigilancia porque el sesgo personal puede influir determinantemente al programar o poner en uso una determinada tecnología», ha añadido.
En la sesión impartida por Llopis sobre «Inteligencia Artificial como factor de innovación en la empresa», la doctora en Matemática aplicada a la Inteligencia Artificial ha asegurado que esta posibilidad no es un futurible sino un presente al que las empresas deben sumarse ya.
«O nos olvidamos de la transformación digital y las empresas pasan directamente a la Inteligencia Artificial o se quedan fueran. Es perder tiempo. Tenemos que poner en duda los modelos que estamos usando», ha sostenido.
Igualmente, la que fuera considerada mejor tecnóloga española de 2017 ha animado a las empresas a que impulsen esta transformación entre sus empleados que, a su juicio, «tienen que tener el compromiso de aprender continuamente» y las empresas y expertos de «darles la formación necesaria».
Lejos de los riesgos que pueden suponer en el empleo, Regina Llopis se ha mostrado convencida de que la IA ofrece nuevas oportunidades que hoy ni nos imaginamos.
Según la experta, China tiene la total hegemonía en IA, porque con apoyo gubernamental han desarrollado soluciones completas, como la plataforma Wechat, que aglutina todas las soluciones en una, desde un chat hasta las transacciones bancarias.
Llopis ha recomendado aliarse con socios chinos, a la vez que ha puesto sobre la mesa las diferencias culturales entre occidente y China, con unos parámetros éticos muy diferentes, lo que, ha dicho, «requiere un conocimiento mutuo, formación y permeabilidad».
Llopis ha explicado que hay tres bloques de IA: la súper IA, que supone la voluntad de que llega a tal nivel que pueda superar al ser humano; la Inteligencia general, que intenta aproximarse para acometer la resolución de problemas; y la Inteligencia específica, que la que tenemos ya alrededor, con «unas capacidades que nos sorprenden, pero centradas en una aplicación concreta y definida».
En su opinión, el desarrollo actual de la IA «ha venido motivado por la capacidad de obtención y almacenamiento de datos e información».
«Tenemos información emergente que desconocíamos, pero debemos tener cuidado en cómo analizamos los datos y qué conclusiones obtenemos. Pasamos de un paradigma de la causalidad a uno de la correlación, y eso puede tener sus riesgos en algunos ámbitos, como el de la medicina», ha alertado.
Considerada una de las 100 mujeres más influyentes en el país, Llopis ha sido también profesora en la Universidad Autónoma de Madrid, la Universidad Católica de Chile, la Universidad de Barcelona, así como en el IESE Business School de Barcelona, además de asesorar a mujeres emprendedoras a través de una plataforma creada junto a otras expertas de apoyo a empresas empregentes tecnológicas.
El seminario, ha sido presentado por el presidente de la Fundación Étnor, Enrique Belenguer, y la catedrática de Ética de la Universitat de València y directora académica de la Fundación, Adela Cortina. EFE
