La alcaldesa de Barcelona y el presidente del gobierno catalán han querido «afear» al rey Felipe VI al no saludarlo en los actos de apertura e inauguración del Moblie Congress of the World, la mayor concentración de tecnología del planeta y que, anualmente, se celebra en España.
Sin embargo, se han topado con la actitud del Rey. Un rey que iba a lo suyo, a representar a España ante el mundo y a cumplir el dicho popular de que » no hay mayor desprecio, que no hacer aprecio».
Y encima, diciéndoles a la cara que este país, España, al que tanto rechazan, es un ejemplo de estado democrático, no el que tanto quieren hacer ver.
Bien por el Rey de España, Felipe VI, y mal por aquellos que solo quieren marcharse de este país.