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«Reconocer el derecho a la autodeterminación» es uno de los puntos que recogen los 21 presentados por Qim Torra a Pedro Sanchez y difundidos ayer martes por el gobierno catalán
Entre los otros 20 puntos restantes, la situación actual en Cataluña se considera cuestión política y dice requerir «soluciones políticas» en un pacto de Estado que soluciones el «conflicto entre España y Cataluña».
Los 21 puntos (en catalán) proponen tres fases: Una respuesta democrática para Cataluña; La necesidad de una regeneración democrática de España, y La desfranquización de España, un reto pendiente.
Así pues, Se pide a Sánchez y su gobierno «poner fin a la limitación de derechos fundamentales y revertir el retroceso de la calidad democrática en España«. Se exige «reconocer y hacer efectivo el derecho de autodeterminación»; la «mediación internacional»; el «respeto» a las instituciones catalanas y la «renuncia» a otro 155, a la vez que se pide «investigar los abusos policiales» que el gobierno catalán dice ver.
En una crítica a la Monarquía del Estado y tras exigir «diálogo sin límites», el documento dice que la Monarquía parlamentaria «vive un momento de absoluta desconfianza y desafección». Critica al Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), aunque no lo cita, diciendo que no lo incluye en sus encuestas. Torra, además, esgrime que gran parte de esta crisis que ve en España radica en «la no superación total del franquismo» y la ve latente en la sociedad actual y que impregna, a su juicio, «determinadas actitudes e instituciones del Estado».
El Gobierno abre la puerta a incorporar un “relator” al diálogo en Cataluña