La crisis diplomática entre ambos países se abrió tras la detención de la directora financiera de Huawei por violar las sanciones a Irán
La condena a muerte a un ciudadano canadiense por tráfico de drogas en China ha agravado la crisis diplomática entre Pekín y Ottawa abierta desde diciembre tras la detención de la directora ejecutiva de Huawei, y que ha desembocado en un cruce de acusaciones entre ambas partes.
Guardias de seguridad chinos vigilan a las puertas de la Embajada de Canadá en Pekín (China) este 15 de enero. EFE
La sentencia a Schellenberg, que según su abogado ya ha sido recurrida, fue anunciada ayer por un tribunal de Dalian, en el noreste del país, en un juicio que generó gran expectación y al que el Gobierno chino permitió el acceso de un selecto grupo de periodistas extranjeros, algo inusual.
Tras ser juzgado inicialmente en 2016 y condenado a 15 años de prisión, el juicio se repitió después de que el veredicto contra el canadiense fuera apelado porque los fiscales consideraron que la pena era demasiado leve.
La reacción de Canadá a esta dura sentencia fue inmediata y el primer ministro, Justin Trudeau, acusó a China de haber aplicado «arbitrariamente» la pena de muerte, y aseguró que se trata de una «grave preocupación» para su Gobierno y también debería serlo para toda la comunidad internacional. EFE