España se está quedando sin niños. Lo dicen las estadísticas. Entre enero y junio de este año solo han nacido 179.794 bebés, la cifra más baja de toda la serie histórica que comenzó a elaborarse en 1941, y casi un 6 % menos que los que nacieron un año antes.
Y el problema es más grave aún, porque mientras descienden los nacimientos aumentan las muertes. En el mismo periodo fallecieron 226.384 personas, un 2,1 % más que en el primer semestre de 2017.