La tendencia evolutiva de los accidentes laborales en los nueve primeros meses del año se mantiene desde 2013, con ascenso de los totales, descenso de los mortales y estabilidad de los graves.
Así lo ha señalado el Gobierno de Navarra en una nota en la que recoge los datos del Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra (ISPLN) sobre siniestralidad laboral relativos al periodo de enero-septiembre de 2018, con 238.130 personas trabajadoras en Navarra, un 4,7 % más que durante el mismo periodo de 2017 (228.874 trabajadoras y trabajadores).
Navarra crece sobre todo en Industria y en Construcción, sectores con mayor accidentabilidad, mientras que son sectores de menor accidentabilidad Agricultura y Servicios.
En este escenario, el ISPLN destaca que se mantiene la tendencia evolutiva de los accidentes laborales de los últimos cinco años, registrándose un descenso de los accidentes mortales, el ascenso de los totales y la estabilidad de los graves.
El indicador más frecuentemente comparado es el de los accidentes de trabajo totales con baja en jornada de trabajo, y, en este caso, para el periodo enero-septiembre de 2018, Navarra presenta un índice de incidencia o tasa de 27,6 por 1.000 trabajadores; 1,1 puntos por encima del obtenido en igual periodo de 2017 (26,5).
Se mantiene la tendencia evolutiva creciente desde el año 2013 para los tres primeros trimestres del año.
La tasa de accidentes de tráfico mortales en jornada de trabajo es de 2,5 por 100.000 trabajadores en este periodo de 2018 respecto al 2,2 del mismo periodo del año anterior, manteniéndose su tendencia evolutiva descendente desde 2013 (fue 3,8 en 2013 y 4,3 en 2014).
En cuanto a los graves, la tasa es un 20,1 por 100.000 trabajadores en el periodo enero-septiembre de 2018 respecto al 14,4 del mismo periodo del año anterior, manteniéndose estable la tendencia evolutiva desde 2013 (fue 19,9 en 2013 y 20,8 en 2014).
Respecto al grado de lesión, el 99,6 % se califican como leves, el 0,3 como graves y el 0,1 resultan mortales.
No obstante, los datos más rigurosos y estables sobre siniestralidad son los que describen y comparan los años completos, entre otros motivos, por la variedad estacional que presentan, por lo que las mismas fuentes instan a esperar al final de año para valorar todas estas tendencias de 2018.
Los accidentes totales con baja en jornada de trabajo presentan en Navarra, igual que en España, una tendencia evolutiva claramente descendente de 2000 a 2012 y, a partir de ese año, coincidiendo con la reforma laboral y el inicio de la fase económica expansiva, se consigna una tendencia ascendente, que parece estabilizarse en 2017 en Navarra. EFE