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Por qué soy de Vox (y también del juez Serrano)

¡Pues porque lo dice mi mujer! Así como suena. Podría resumirse en este solo motivo: porque la persona de la que más me fío en el mundo, la que sostiene mi vida y sabe cómo llevar la casa, la que me da lo mejor que tengo… mi esposa, me lo ha dicho. Y así de contundente. “Papá, ya está bien, nos apuntamos a Vox, que hay que dar un paso al frente y son los únicos que hablan claro. Además ya estoy hartita de estos izquierdosos que se están cargando España”.

Pocos argumentos se resisten cuando la señora de la casa toma una decisión así. Y yo, feliz de acompañarla a los mítines y reuniones… Bueno, yo feliz de acompañar a mi mujer hasta al gimnasio… fuera el caso.

Aunque la verdad es que conocía a Vox desde sus orígenes. Lo seguía de cerca y lo defendía con esperanza. Aún recuerdo la primera reunión en mi ciudad, tomando café, donde asistimos cinco personas. Dos ya abandonaron. Cuánta dialéctica perdida en el camino, desde entonces. Y por perder, hasta alguna falsa amistad, que ahora lamentará con envidia -supongo- no haber galopado antes por “prados verdes…”

El segundo motivo de peso, y por si el primero no bastara, es que las mejores personas que conozco, amigos que valen su peso en oro fino, guerreros de pensamiento claro y discurso firme… pertenecen al partido y siempre me han animado a que dé el paso. Me refiero a personas de la talla de Francisco José Contreras, Alicia Rubio, Rocío Monasterio… Y también los amigos de trinchera, hermanos de las batallas políticamente incorrectas (Amelia, Gabriel Araújo, Mónica, Eduardo, Amaya, Reyes, María José… Carlos y Ángela en mi ciudad y muchos otros que no nombraré) que me insistían casi a diario. Y se que se han alegrado cuando me he afiliado.

Otro gran motivo es Santiago Abascal, el líder. De él escribí hace ya cuatro años, en este artículo titulado “YO ME MOJO: ¡SANTI ABASCAL!” cosas como “me ha cautivado su valentía, su ir contracorriente, su decir lo que no es común decir hoy, y menos un político. Me gusta Santi Abascal. Y no sólo por este artículo. Me gusta lo que dice, cómo actúa, lo que piensa y cómo lo expresa”.

El artículo al que hago referencia en el mío es “Vox declara la guerra al consenso relativitista“, como digo, de hace casi cuatro años. Para mí fue el punto de partida ideológico. Y sigo teniendo la misma opinión de él. Bueno no, bastante mejor. Es un patriota. Es una esperanza para España.

Por supuesto, también acudo a Vox por su programa y por sus acciones. Especialmente por ser el único partido verdaderamente pro-vida y opositor a la Ideología de Género. Lo lleva en el ADN. Pero también porque ama a España y a sus símbolos. Porque se preocupa por una escuela sin adoctrinamientos, por el problema migratorio sin hipotecas buenistas, por el desempleo sin promesas vanas sino haciendo lo que hay que hacer, que es poner a dieta estricta al mega Estado. Que se preocupa por las tradiciones patrias y la libertad religiosa sin complejos… Y que pone a buen recaudo a los que quieren dar un golpe de Estado en España.

Para colmo, Lourdes Méndez-Monasterio, mi admirada gran dama de la política, también ha dado el paso, apoyándolos. Y no os voy a contar ciertas confidencias recibidas de ella respecto a esa derechita cobarde de la que nos apeamos muchos ya, y que la apartó por ser coherente en el tema del aborto. La conversación que tuve en la cena de los Premios HazteOir de este año me terminó de decidir.

Y por supuesto, Paco Serrano. Candidato a presidir en las elecciones de este domingo, la Junta de Andalucía. Él tiene un capítulo especial. Porque es uno de los hombres más buenos que conozco. Pero más preparados también. Y con las ideas más claras y firmes. Es realmente un mártir de los principios no negociables que profesa. Y que provienen de su fe cristiana.

De él escribí esto cuando lo rehabilitaron como juez:

Hoy llega el momento de abrir la losa del sepulcro. La misión que nos espera es inmensa: liberar a nuestra sociedad de la ideología más aberrante que haya visto, la ideología de género. Esto es una guerra, en la que tú has librado y ganado una batalla decisiva.  

Pero es que lo que le escuché en Sevilla en el acto multitudinario del IFEMA fue lo más bonito que he escuchado jamás a un político:

Hablando sobre la defensa de la maternidad dijo que “la mujer es el arca de la vida”, con una imagen bíblica y a la vez poética. ¿Cabe mayor belleza y expresividad para referirse al centro de lo que será su política cuando llegue al Parlamento andaluz?

Y además añadió: “España es nuestra Jerusalén Celeste”, también con la imagen bíblica, pero bellísima, queriendo asemejar nuestra patria con el mismo cielo. El sitio donde Dios nos ha puesto y nos ha proveído. La casa que tendremos que defender. ¿Contra pobres inmigrantes? ¡No! Contra una cultura de muerte que quiere convertirla en un infierno. Sabemos ser solidarios. Pero es que también sabemos ser leales a los valores que representa España.

Llega el momento de abrir la losa, Paco. Llega el momento de Vox. De que los Principios fundamentales tengan VOZ.

Por todo eso, he dado ese paso. Soy de Vox. Y del Juez Serrano, que Dios le bendiga.

Pedro A. Mejías Rodríguez, Delegado de HazteOír en Cádiz

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