La primera ministra británica, la conservadora Theresa May, rechazó hoy en el Parlamento sugerencias de que debería dimitir tras las críticas que ha generado el acuerdo sobre el «brexit» al que ha llegado con Bruselas.
Mientras la Cámara de los Comunes hervía y en Londres se sucedían las dimisiones por culpa del borrador de acuerdo sobre el brexit, la UE seguía con sus ritmos y convocaba para el 25 de noviembre una reunión de los líderes para dar su veredicto.
Preguntada por el diputado laborista Mike Gapes por si planea «hacerse a un lado» para dejar paso a alguien que pueda «llevar al país hacia adelante con unidad», la primera ministra respondió con un conciso: «No».