Policía Foral de Navarra. Archivo.
Uno de los objetivos del nacionalismo vasco siempre ha sido la salida de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado del País Vasco y Navarra, al considerarlos representantes claros de la «opresión» de España hacia ellos.
Ahora, con el Gobierno de Sánchez, un gobierno, tutelado y dirigido por el independentismo, parece que algo de la idea anterior, se ha conseguido.
Resulta que, vaya casualidad, el gobierno nacionalista vasco que gobierna navarra ha conseguido la asunción total de las competencias de tráfico por parte del Gobierno del señor Sánchez. «Transferencias de Tráfico y Seguridad Vial que van a acometer de forma definitiva» según la presidente navarra. señora Barkos.
El problema radica en la gestión que el Gobierno Foral de Navarra, hoy nacionalista vasco, lleve a cabo con estas transferencias, en la actualidad compartidas entre Policía Foral y Guardia Civil. Una gestión que bien podría ser utilizada como argumento para la salida de la Guardia Civil de Navarra, objetivo del nacionalismo vasco.
Quizá se pretenda la vuelta al Cuerpo de Policía de Carreteras de Navarra que comenzó en el franquismo (1941) y que, en la apertura de los años 1960, con sus variaciones, quedó como Policía Foral de Navarra, compartiendo labores con la Guardia Civil. Años a los que, por cierto, la Ley de Memoria Histórica de 2007 ataca.
Habría que preguntarse, ¿por qué ahora y no antes o después?
