Reloj fachada Ayuntamiento de Pamplona
UPN, PSN y PP han rechazado hoy la propuesta de Ordenanza del Euskera para Pamplona presentada hoy por el equipo municipal de Gobierno que,a juicio de la oposición, «perjudica» a la mayoría de los pamploneses y no se ajusta a la realidad sociolingüística
Así, UPN en una nota considera que el nuevo texto normativo «perjudica directamente al 96 % de los pamploneses que no utilizan el euskera«, «excede con mucho el ámbito de la administración municipal y es una intromisión injustificable en las asociaciones y empresas de la ciudad, a las que impone el uso del euskera«.
A juicio de los regionalistas, «la ordenanza impide de facto el acceso al empleo público municipal a todos los ciudadanos no vascoparlantes e impone el euskera a todas las empresas y asociaciones que tengan una mínima relación con el Ayuntamiento».
Por eso, dicen que «establece ciudadanos de primera y de segunda», además de implicar con ello que el alcalde Joseba Asiron «sitúa de facto a Pamplona en medio de la zona vascófona pasando por encima de la realidad social de la ciudad».
Además, según los regionalistas, «la ordenanza pone un candado a la imposición del euskera llevada a cabo por Bildu a lo largo de esta legislatura y pretende perpetuarla obligando a los gobiernos municipales futuros».
Por su parte, el PSN también ha rechazado «la forma unilateral y opaca» del alcalde al presentar su propuesta, «a pesar de las constantes peticiones de información y llamadas al diálogo y al consenso» que los socialistas dicen haber hecho antes de abordar esta reforma.
Esta es «un despropósito» por presentarse «sin el mínimo diálogo previo con los grupos que representan al menos a la mitad de la ciudadanía pamplonesa», aunque también porque todas las modificaciones previstas «suponen una nueva vuelta de tuerca en la discriminación» que a su juicio Asiron «ha comenzado a poner en marcha para acceder y trabajar en la administración municipal».
La reforma «pretende imponer el uso del euskera en la ciudad de forma tan forzada como ajena a su realidad sociolingüística», con lo que Asiron «olvida que las lenguas se fomentan pero no pueden imponerse», advierten.
Por eso hace el PSN una «última llamada a la sensatez» al alcalde y a los grupos no nacionalistas que apoyan su «discriminatoria política lingüística, para que reflexionen sobre el rechazo al euskera y el perjuicio que estas medidas impositivas van a provocar a una parte muy amplia de nuestra población».
Por su parte, desde el PP de Navarra su presidenta de la Junta Local de Pamplona, Elena Samaniego, ha asegurado que «la auténtica realidad social del vascuence es que en Pamplona no se usa más que por un 2 % de la población».
«Una vez más, el Ayuntamiento está imponiendo su ideología nacionalista vasca al conjunto de los pamploneses», con «una persecución» a quienes no hablan euskera, advierte para alertar de qué ocurrirá si se aprueba la ordenanza, a la que el PP se opone «frontalmente» y ante la que exige al alcalde que dé «marcha atrás, y que no impongan un idioma que no se usa, por mucho que ellos así lo quisieran». EFE
