Las elecciones andaluzas van a marcar un antes y un después en la política actual de España. Un triunfo amplio del PSOE, daría alas a este partido y, sobre todo, a su secretario general y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Un presidente, que sabe que está ahí en el poder gracias a los independentistas catalanes y vascos y Podemos.
Ciudadanos, el partido de Rivera, acaba de alertar de la sumisión de Sánchez para con todos ellos, y de que, como consecuencia de ello, pudiera darse otra vez, una petición, una presión hacía los jueces de este país para que, los líderes de la rebelión y golpe de estado contra el poder establecido sean liberados y, con ello, salgan de la cárcel.
Sánchez lo tiene muy claro. Si tiene que pedir para quedarse en Moncloa, pues a pedir; si tiene que saltarse la lógica política, pues a saltársela. Todo para seguir y seguir, sin importar como.
Mientras tanto, problemas de todo tipo para los ciudadanos. Realmente ¿importan algo a sus gobernantes? La respuesta está clara, no.