La combinación del base Stephen Curry y el alero Kevin Durant volvió a ser decisiva en el ataque de los Warriors de Golden State que vencieron por 108-100 a los Thunder de Oklahoma City en su partido inaugural de la nueva temporada y celebraron con triunfo la entrega de los anillos de campeones de la NBA.
Curry brilló de manera especial en todas las facetas del juego a aportar 32 puntos, incluidos cinco triples, repartió nueve asistencias y capturó ocho rebotes, que fueron todos defensivos.