El ultraderechista Jair Bolsonaro y el socialista Fernando Haddad, líderes en los sondeos de intención de voto para las presidenciales del domingo, prosiguieron hoy sus ataques mutuos a dos días de las elecciones más polarizadas e imprevisibles en las dos últimas décadas en Brasil.
Al día siguiente del fin de la campaña en radio y televisión y con los mítines ya prohibidos por la legislación electoral, ambos usaron sus herramientas favoritas -el ultraderechista las redes sociales y el socialista un encuentro con electores- para mantenerse al ataque y descalificar uno al otro.